El impacto provocado por el cambio climático debe ser un eje transversal que genere nuevas políticas públicas a nivel estatal y municipal, más allá de la materia ambiental, esta problemática está directamente ligada a distintas situaciones atendidas por dependencias de gobierno de diversos rubros.
Durante la reciente edición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida también como COP-27, se aceptó poner en la agenda los riesgos y los daños del cambio climático para ser discutidos. Esto irónicamente es uno de los grandes logros de la cumbre mundial en la que se destaca también la participación de los gobiernos subnacionales, es decir, las representaciones de gobierno estatales o municipales.
Ante esto, José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), hizo énfasis en Baja California, donde se deben implementar las medidas adecuadas para que el cambio climático se convierta en un eje transversal, articulador de políticas públicas y se cumpla con el rol de indicador de desempeño o huella ambiental en todos los programas de gobierno.
Señaló que en lo que a medio ambiente se refiere, ningún periodo de gobierno es suficiente debido a la necesidad de establecer metas de trabajo a largo plazo y el tiempo de adaptación en cada transición implica volver a empezar, aunque se ganan nuevos interlocutores y personas con capacidades adquiridas.
Es necesaria, consideró, la creación de una contraloría transversal en la que no se tengan que regatear los presupuestos destinados al medio ambiente y que parte de estos fondos se puedan obtener mediante la etiquetación de impuestos, tal como se hace con lo recabado por la regularización de vehículos de procedencia extranjera.
POSIBLES ACCIONES
El director del CIGA agregó que el programa de manejo de residuos sólidos urbanos puede ser un proyecto muy ambicioso con la separación de la basura, pero que no es imposible de realizar, al igual que la implementación del gas natural como combustible en transporte público y colectivo, así como el manejo del estiércol en las granjas para convertirlo en composta. Todos estas son algunas de las acciones que desde otras dependencias reducirían el impacto ambiental.
Finalmente, Zavala Álvarez, destacó que para que se dé la transversalidad en las políticas públicas, existe la posibilidad de colaborar con las diversas dependencias gubernamentales y trabajar de la mano para contrarrestar la huella ecológica y avanzar en un gobierno descarbonizado que tenga los indicadores medibles en su desempeño ambiental y con esto se beneficie a la ciudadanía en general.