La pandemia del Covid-19 ha dejado un panorama incierto en materia económica. Sin embar- go, algunos que aun quedándose sin un ingreso en este periodo de contingencia y aislamiento, han visto la manera de salir adelante e ingresar a un nuevo mercado que llegó para quedarse: Los productos de sanitización.
Pablo León, de profesión músico y maestro, ha visto afectada su economía desde hace tres meses que se registró el primer caso de coronavirus en la ciudad y se dictó el cierre de actividades que a él, como a cientos que viven de las tocadas musicales en bodas y 15 años, quebrantó por mucho su economía familiar.
“Yo soy maestro en escuelas públicas, pero tengo muy pocas horas; mi entrada fuerte son los eventos sociales, las tocadas en fiestas y clases particulares de música y con esta contingencia se tuvieron que cancelar”.
EL PROYECTO
A mediados de marzo, Pablo, buscó allegarse de recursos en la venta de jabones antibacteriales, lo cual no fue del todo favorable, por lo que su amigo, el ingeniero Luis Valenzuela lo invitó a iniciar un proyecto denominado OxyProtex, en donde ofrecen un producto 100% cachanilla que apoya a la sanitización de los hogares.
OxyProtex es líquido desinfectante, virucida y bactericida, que ejerce su actividad al descomponerse en ácido acético, peróxido de hidrógeno y oxígeno, subproductos no dañinos para la salud, los cuales pueden ser aplicados tanto en la piel como en ropa y zapatos al llegar de la calle y entrar a empresa o residencia.
“En este período el crecimiento ha sido exponencial y a pasos agigantados, de vender dos galones a la semana, me pasó la siguiente semana a 15 y la otra a 40 galones, además de que empezamos con las sanitizaciones y la venta de tapetes que ha ido acrecentando el negocio”.
EN CRECIMIENTO
Lo que para muchos ha sido un tiempo de resguardo, para otros, como Pablo León, ha sido de emprendimiento y trabajo arduo, el cual por el giro comercial que ha elegido seguirá en crecimiento constante, pues el Covid-19 ha generado nuevos hábitos de higiene y sanidad.