El cambio de hábitos sociales, familiares, laborales y educativos a raíz de la pandemia del Covid-19 podrían tener un efecto nocivo en trastornos mentales o hábitos nocivos como el abuso del alcohol.
Al inicio de la pandemia los especialistas en salud mental advirtieron que la pandemia no sólo significa un reto en la salud física, sino también emocional.
Catalina Pérez Valdez es coordinadora de Trabajo Social en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California y reconoce el incremento de intervenciones por depresión y ansiedad ante el aislamiento.
“Si una persona que antes de la pandemia tenía problemas con su manera de beber alcohol es probable que a raíz del confinamiento ese problema se haya agudizado”.
En ese sentido indicó que el alcohol para un paciente así puede significar un estímulo o una herramienta para evadir la realidad.
Las bebidas con contenido alcohólico tienen impacto en las neuronas, dañan el hígado y otros órganos además en la convivencia social propician violencia.
La coordinadora de Trabajo Social exhortó a buscar ayuda en caso de detectar que algún miembro de la familia está abusando de la ingesta de alcohol.