LA PAZ, BCS., (OEM-INFORMEX).- Como sucede cada año, las Unidades de Manejo Ambiental (UMAs) de Borrego Cimarrón que operan en Baja California Sur obtuvieron la autorización de la Semarnat para cazar entre 15 y 18 ejemplares en la temporada que inicia en noviembre y termina en marzo.
Víctor López Arce, presidente del comisariado del ejido Alfredo V. Bonfil, propietario de más de 500 mil hectáreas en el municipio de Mulegé y donde opera la UMA más grande del estado, informó que la mayoría de los permisos se subastan en Estados Unidos, en donde los cazadores han llegado a pagar hasta en 69 mil dólares por un cintillo, en una cacería que dura aproximadamente 10 días y en prácticamente todos los casos, los cazadores regresan con una presa.
RIFLES Y ARCOS
La mayoría son cazadores deportivos que traen sus propias armas de fuego de alto poder debidamente registradas y con el permiso correspondiente; los menos utilizan el arco y aunque la mayor parte son varones también han llegado mujeres; casi todos cazan otras especies en diferentes partes de mundo, desde osos hasta leones y venados, entre otros.
Al igual que sucede en el resto de las UMA, los recursos que se obtienen de la venta de los permisos de caza, se utilizan en tareas de vigilancia y conservación. En el caso del ejido Bonfil, generando 15 empleos permanentes de socios que se dedican a vigilar la zona para evitar la caza furtiva, así como en tareas de mantenimiento en el hábitat, controlando especies como el burro feral y verificando que los aguajes donde toman agua los cimarrones cuenten siempre con líquido suficiente, además de atender y dar mantenimiento a las cabañas construidas al pie del Volcán de las Vírgenes en donde se aloja a cazadores y visitantes.
López Arce informó que en el último censo que se realizó en esa región había aproximadamente 500 animales, una población que se ha recuperado en los últimos años derivado del cuidado de la especie que emprende el ejido, con recursos que se obtienen precisamente de la venta de permisos.
Explicó que la pandemia no ha afectado esta actividad, por lo que pese a la emergencia sanitaria la demanda de cazadores se ha sostenido sin cambios.
Otros ejidos que también cuentan con aprovechamiento de esta especie son: Los Naranjos, La Purísima, San José de la Noria,San Javier, los Ley Federal de Aguas 1, 2 y 3, Loreto, Tepentú,Santo Domingo y San Javier, además de dos particulares, uno en el norte del La Paz en la zona de El Mechudoy otro en Isla del Carmen ubicada frente a Loreto; en este último caso, con animales que fueron introducidos en los años 90 y debido a su aislamiento limita la caza furtiva, ya que no hay depredadores, han logrado la reproducción de cientos de ejemplares.