Tijuana.- Las cadenas productivas sustentables son una estrategia para el desarrollo sostenible y Baja California tiene sectores económicos con muchas áreas de oportunidad para ello, destacó el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, titular de la Subsecretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del estado.
Explicó que estas cadenas se construyen eligiendo como eje central una actividad económica y analizando el clúster o agrupamiento de actividades que giran en torno a ella, para así buscar que en cada etapa de esas cadenas productivas se cumpla con criterios de sustentabilidad.
“No puede haber un negocio que apoye su rentabilidad en dañar a la naturaleza, su entorno o comunidad, debe estar comprometido en que sus trabajadores y sus familias tengan mejores condiciones de vida; las empresas deben ser una entidad para distribuir bienestar y olvidar esa visión anacrónica de que son para generar utilidades a sus dueños”, remarcó.
Las tendencias internacionales van hacia allá, enfatizó, así que vale la pena que en las áreas de oportunidad que tenemos aquí, encontremos estas cadenas productivas alrededor de las cuales debe girar la sustentabilidad, en Baja California tenemos mucha oportunidad en sectores como turismo, pesca, industria maquiladora y agricultura de exportación.
El titular de la SDS, una de las dependencias que integran a la Secretaría de Economía y Turismo Sustentable (SEST), dijo que ya hay experiencias en ese sentido, como fue el caso del Programa de Liderazgo para la Competitividad Ambiental, por ello es que algunos de sus conceptos se están retomando en el proyecto de Ley de Economía Circular del estado.
“Ese programa también buscaba empresas ancla, grandes empresas que estuvieran dispuestas a hacer un compromiso de sustentabilidad, de modo que se buscaba que su proveeduría de servicios y de insumos para sus productos, tuviera criterios de sustentabilidad, eso genera un efecto de cascada positivo”, recordó.
Estas cadenas, añadió, pueden ser una buena estrategia en distintos sectores que tenemos en Baja California, como la pesca, tenemos pesca de extracción de vida silvestre, una pesca parcialmente de acuacultura, granjas de engorda de atún o de totoaba; tenemos cultivo de abulón y de ostión; cada etapa de esas cadenas debe ser un escalón de sustentabilidad.
Opinó que un buen ejemplo sería el trabajo que presentó el jueves pasado Alejandra Blanco Alonso, directora general del Fideicomiso del Fondo Estatal de Protección al Ambiente del estado de Jalisco, al participar como expositora en el Seminario Permanente de Desarrollo Sustentable, que la SEST y el CIGA transmiten los jueves a través de Facebook y YouTube.
“No hemos sido muy exitosos aún en acercar el sector económico y financiero con el sector medio ambiente, pero cada vez van articulándose mejor, encontrando áreas de oportunidad e interés común, por eso cadenas productivas sustentables fue nuestro tema; Alejandra es bióloga y trabaja para lograr este equilibrio entre biodiversidad y sector económico”, dijo.
Aprovechó para anticipar que este jueves 15 de julio el tema será la gobernanza en los recursos naturales y estará a cargo del doctor Pedro Álvarez-Icaza, uno de los expertos mexicanos en manejo de recursos naturales, quien ha trabajado mucho tiempo en la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
“Las cadenas productivas sustentables son una estrategia que podría aplicarse, por ejemplo, en la engorda de ganado que tiene en Mexicali la empresa Su Karne, dado que son 90 mil cabezas; compra el ganado en pie en las rancherías y durante unos meses lo alimenta y cuida su salud hasta llevarlo a cierto peso, para luego exportar la carne”, comentó.
Para hacer sustentable esa cadena productiva, consideró, habría que revisar cómo llega hasta allí el ganado en pie, cómo se alimenta, de dónde vienen esos alimentos, que la producción de la alfalfa y los granos cumplan con criterios de sustentabilidad, lo mismo en el caso de las instalaciones físicas de los establos, que son gigantescos.
Esto implica, dijo, el manejo sustentable de todo lo que sale de allí, no solo carne, sino también cantidades gigantescas de estiércol; ellos venden la sangre del ganado para la producción de harina, porque la sangre es hemoglobina, una proteína de alta calidad que puede usarse para muchos fines, entonces hay subproductos y cadenas de proveeduría.
“Aquí la industria maquiladora subcontrata servicios o insumos, a veces para no cargar el trabajo temporal, porque es una línea de producción que durará solo unos meses, pero hay algunas que, desafortunadamente, subcontratan líneas de producción contaminantes, no las quieren en sus instalaciones para así ocultar su costo ambiental”, criticó.
Eso, añadió, nos llevó a un camino de asimetrías y de inequidad que no es sostenible; hoy las empresas de vanguardia, algunos corporativos gigantescos y muchas empresas pequeñas, están en ese compromiso de ser agentes, de ser núcleos de distribución de bienestar y eso se puede hacer con una estrategia de cadenas productivas sustentables.
La subcontratación que pretende ocultar algo y que además regatea las prestaciones laborales, consideró el subsecretario, debe ser una actividad que no da mérito al sector empresarial, afortunadamente creo que este sector cada vez entiende mejor la importancia de articularse con su comunidad y cumplir con las regulaciones ambientales.
“Cada vez más empresas entienden que es necesario un entorno y comunidad sanos para que los negocios prosperen, no hay actividad empresarial que dure mucho tiempo en una comunidad con cinturones de miseria, hambre y necesidades apremiantes, debe haber más integración y derrama, eso es posible con cadenas productivas sustentables”, opinó.
Esta estrategia, finalizó, implica una cadena de custodia, un seguimiento de la proveeduría, de insumos y servicios, de las entradas y salidas de agua y energía, del manejo de residuos, para cerrar ciclos en una economía circular, es una estrategia que sería virtuosa para que la actividad económica sea compatible con el bienestar de la comunidad y del medio ambiente.