Cesáreo Gutiérrez García, prácticamente se tornó mexicalense al mismo tiempo que nació LA VOZ DE LA FRONTERA, corría el año 1964, cuando en un camión de mudanzas, llegó junto a su madre y hermano a tierras cachanillas, proveniente de San Juan de los Lagos, Jalisco.
Fue así como en esta, su ciudad adoptiva, comenzó su andar musical, ya había escrito varias canciones, pero la que mantiene como su inicio es “No eras tú”, la cual creó aproximadamente a los 18 años. “Esta canción la hice en la escuela de contabilidad en 1967…Solito me metía al auditorio y me ponía a cantar”.
Cesáreo se considera un compositor modesto y después de muchas otras carreras, decidió volver a darle una oportunidad a esta gran pasión.
El artista se ha sentido muy cercano a LA VOZ DE LA FRONTERA, ya que desde 2007 participó en una sección musical con invitados, transmitida por ABC Radio en la 820 AM “Radio Frontera”, siendo Caín Corpus, intérprete original de “Puro cachanilla” uno de los primeros entrevistados. Los detalles de cada programa, se publicaban posteriormente en una columna del periódico.
Muchos de esos recortes en los que colaboró o apareció, aún los conserva con estima.“Los periódicos los tengo como joyas, donde se han publicado mis cosas”.
Entre esos recuerdos, mantiene un poema que escribió como agradecimiento y homenaje a Don Felipe de Jesús López, quien fue director de esta casa editorial durante 21 años, ya que lo apoyó al publicar “Las mañanitas a José Alfredo Jiménez” que él redactó.
Él relata que además de escribirle una melodía a su pueblo (Que incluso le hizo llegar al Papa Juan Pablo Segundo cuando visitó la Catedral Basílica de la Virgen de San Juan de los Lagos, en 1990), decidió dedicar una canción a su segundo hogar a raíz del centenario de su fundación, titulada “Mexicali cachanilla”, la cual presentó durante un Miércoles Ciudadano en el Palacio Municipal.
A Dolores Hidalgo, Buenos Aires, Morelia y muchos otros sitios relevantes para él, ha compuesto poemas y cantos, incluso al icónico Cerro del Centinela. Con esto revela que no sólo se inspira en el amor, también lo conmueve la belleza de los paisajes y su gente, declarándose un completo romántico. “Imagínate, a los 7 años le llevé serenata a una niña de la calle donde vivía”.
En su archivo también tiene fotos relacionadas a recuerdos muy valiosos para él, como cuando cantaba en los “Domingos populares” del Parque Héroes de Chapultepec, donde vivió hermosos momentos frente al público, así como aquellas veladas que se celebraban en el bar Salón Rosa del Bol Stic. “Al salón Los globos del Bol Stic, que yo le puse el nombre, empecé a traer artistas, a hacer bailes, pero en el salón chico, tenían música en vivo, ahí empezó el grupo Los Muecas y ahí estuve yo, con el Mariachi Colima”.
La historia de Cesáreo es una de las muchas que están íntimamente relacionadas a las páginas de este periódico, porque como su lema lo dice, este siempre ha sido y será un espacio para “La voz de los cachanillas”.