La mujer es complicada, histérica, hasta en ocasiones irracional y por el género hasta un tanto hormonal, pero al final del día los hombres saben que la presencia femenina es sin lugar a duda primordial en sus vidas.
Este es el contexto de la puesta en escena “¿Por qué será que las queremos tanto?”, estelarizada por los galanes del momento, Cristian De la Fuente, David Zepeda, Julio Camejo y Juan Soler, quienes además de dejar ver en el escenario la calidad histriónica de cada uno complacieron la pupila de las féminas cachanillas que se dieron cita en las dos funciones el pasado viernes en el Teatro del Estado.
Con un recinto medianamente lleno y con un retraso en el inicio de la función de las 21:30 horas de casi 30 minutos, inició esta obra ambientada en el bar de “Tatino”, interpretado por De la Fuente, quien de los cuatro actores dejó al descubierto por qué es uno de los que tienen mejor proyección internacional y sacó uno que otro suspiro y oscura fantasía entre las asistentes.
Para festejar la ruptura matrimonial de “Luisito”, uno de los amigos del cuarteto de galanes que se reunieron en ese punto, en donde uno a uno fueron llegando “Guillermo” Carlos” y “Julián” interpretados por David Zepeda, Julio Camejo y Juan Soler, quienes provocaron los gritos y chiflidos del público, en su mayoría mujeres que presenciaron la plática entre estos varones que se quejaban amargamente de sus esposas, parejas, ex parejas, en general del género femenino.
“Las mujeres se adueñan de la casa, por ejemplo mi mujer colecciona… bolsas del supermercado, abres el cajón y explota, lo bueno que ya las están cobrando”, dijo “Tatino” ante la sonora carcajada de las mujeres presentes que definitivamente se sintieron identificadas con muchas de los ejemplos que estos hombres daban en lo que era el reflejo de una típica conversación entre amigos.
En la espera de “Luisito” para festejar su separación, conversaciones varias se presentaban entre los personajes que al final de contar las diferencias, mal entendidos y discrepancias que vivían en pareja, se percatan que a pesar de todo, las mujeres están ahí, siempre para ellos y con la noticia que el tan esperado amigo se reconcilió con la fatídica mujer que al final, en pareja, buscaron rescatar esos años, ese equipo que desde un principio formaron al intercambiar sus votos ante el altar e hicieron reflexionar a cada uno que a pesar de sus diferencias y los años de matrimonio había algo que los hacía permanecer y por lo que se cuestionaban… “¿Por qué será que las queremos tanto?”.