La década de los 90 fue testigo de una vibrante y enérgica escena punk en Mexicali, que marcó la vida de muchos jóvenes músicos locales y dejó un legado duradero en la cultura musical de la región.
Músicos de aquellos años, ahora más maduros, recuerdan con nostalgia y orgullo los días de gloria de esa época.
ARSENAL
Erick Silva, miembro del grupo Arsenal, comparte emocionado su viaje al pasado al encontrar una grabación completa de su banda.
“Lo grabamos a finales del 2001 en los estudios Uranio en el Hípico... tenía 19 años en ese momento”, recuerda Silva.
Aunque el disco fue producido ya en el cambio de milenio, refleja el espíritu y la esencia de los años 90, una época donde, según Silva, “éramos de los primeros en tocar punk rock y tener un 'CD'”.
IMPACTO SOCIAL
El impacto de Arsenal y muchas otras bandas locales fue significativo, no solo en términos musicales, sino también como una expresión de rebeldía y unión juvenil.
Grupos emblemáticos de la época incluyeron a Lusid de San Marcos, Patada Roja, Mexican Deal, y los legendarios de La Chelsea. Bandas como Sor Juana, Vishnu, Kafig Zucht, Unomenos, y Revolver también marcaron la escena con su enérgico punk rock.
Otros grupos notables fueron Chapulines, Lencería, Acme, Cuarto Menguante, Dead Stanleys, Estoico y Nación Libre.
Esta amalgama de talento local se vio acompañada por bandas de Calexico, Tijuana y otros lugares de Estados Unidos como Kung Fu Monkeys y Matamoska.
Silva menciona emocionado cómo, en aquellos tiempos, la banda tocaba hasta cuatro veces por semana, sin importar el lugar o la hora.
“Solo me queda recordar con una sonrisa todo lo que hicimos por la escena local en tantos años, tantos toquines”, dice Silva, quien también destaca la participación en eventos con bandas de la talla de Sekta, Especimen, y The Casualties.
DE LA PREPA Y LA CALLE
Curiosamente, muchos integrantes de estas bandas emergieron de diversas instituciones educativas de Mexicali, incluyendo Cobach, CBtis 21, Alfonso Reyes y Cbtis 140, mientras que otros ni siquiera asistían a la escuela.
Esta diversidad de orígenes contribuyó a un rico caldo de cultivo para la creatividad y el espíritu contestatario que definieron a esta generación.
La creatividad no se limitaba a la música; la identidad visual también jugaba un papel crucial. La portada del disco de Arsenal, obra de Leo Jiménez, es un testimonio del talento local que abarcaba diversas formas de arte.
Actualmente, aunque muchos de esos músicos han seguido caminos diferentes, el vínculo creado a través de la música sigue vivo.
Reuniones ocasionales, tributos y encuentros casuales para compartir cervezas y anécdotas son comunes entre los que fueron pioneros del punk en Mexicali.
Este viaje nostálgico no solo revive recuerdos para aquellos directamente involucrados, sino que también sirve como una valiosa lección de historia para las nuevas generaciones en la ciudad, demostrando el poder y el impacto de la música como una forma de expresión cultural y social.
