Ahora que tiene en las plataformas digitales su álbum debut La serenata, luego de diez años de estar picando piedra, la intérprete de origen mexicano-estadounidense Lupita Infante, anuncia que presidirá musicalmente la celebración del 94 aniversario del Salón Tenanpa de la Plaza Garibaldi el próximo 23 de noviembre.
“Me siento muy orgullosa de recibir la invitación para tan magna fiesta en México. Yo traigo en la sangre la música ranchera, en Estados Unidos se han formado academias de mariachi como parte de una educación musical y para no perder las tradiciones y cultura de nuestro país”, detalla la nieta de Pedro Infante, quien viajó a la Ciudad de México para presentar su disco debut.
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En las instalaciones de su agencia promotora, la cantante interpretó los temas inéditos de su producción, con la que tiene como primer corte la canción Dejaré, que escribió en coautoría de Érika Vidrio.
En su primer disco Lupita Infante incluyó la canción Sabor a mí del compositor oaxaqueño Álvaro Carrillo, que interpreta tanto en español como inglés, para que los jóvenes norteamericanos de familias mexicanas conozcan este estilo de letras de boleros de manufactura nacional, así como otros temas: Mi tesoro, Yo por ti, Ya ni me acuerdo, Tú con ella y yo con él y Yo he nacido mexicano.
Ella ha participado en el homenaje en memoria del ídolo Pedro Infante y confiesa que si bien se siente orgullosa de que el público siga recordando a su abuelo y la escuchan cantar en cada aniversario luctuoso, ella busca su propio sueño como cantante, aunque ha padecido la costumbre arraigada de los empresarios musicales o dueños de restaurantes, que no pagan igual a una mujer artista que a un hombre.
“Si he vivido esa minimización monetaria y en todos los aspectos, hasta cuando se trabaja con un mariachi, que no aceptan las indicaciones de interpretar en tal o cual tono el tema indicado por mí y otras cositas”, revela la cantante.
“Que la música tradicional mexicana no tenga presencia en las mujeres se debe a ese machismo, tal vez gusta más que interprete un hombre que una mujer, a música bravía, es muy difícil y competitivo el mercado", agrega. Aunque aclaró: "estamos surgiendo más mujeres empoderadas tratando de cambiar las cosas, ya que es una realidad que una mujer no vende igual cantidad de boletos para un concierto que un caballero, tal vez la única que lo hizo fue Jenny Rivera en Estados Unidos”.
