Adaptándose constantemente y con la consigna de que la música es un lenguaje universal, el maestro Santiago Hernández Nuño, ha dedicado gran parte de su carrera a promover la enseñanza a personas con discapacidad.
Alumnos en el espectro autista, con deficiencias auditivas, síndrome de Down, diagnosticadas con trastornos de aprendizaje, así como personas con secuelas por embolia, problemas musculares, de articulaciones y ataques epilépticos, son algunos de los que se han acercado a esta institución que va alzándose para la comunidad.
Sus metas principales son reforzar la seguridad construyéndola en equipo, aplicando sus capacidades, actitudes y aptitudes para desarrollarlas alejándose de las predisposiciones y limitaciones por medio de la libertad, poniéndolos a ellos antes que su discapacidad, así como el disfrute máximo de las actividades, brindándoles la posibilidad de incursionar a futuro en la profesión de la música.
“El proyecto del Conservatorio de la Ciudad / Mexicali inició en 2003, cuando me retiré de la UABC, e inicié un curso de emprendedor donde comencé a desarrollarlo... El primer curso de iniciación para personas con discapacidad comenzó el 14 de junio de 2021 al 28 de octubre de 2021, en colaboración con CEART”.
El egresado de la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara, especializó sus estudios en Pedagogía Musical y posteriormente como Director y Gestor en Centros Educativos, con documentos de investigación que tituló “La educación inclusiva aplicada en el nivel superior e instituciones de educación musical” y “Diseño de un modelo educativo para estudiantes de licenciatura de música NEE (Necesidades de Educación Especial)”.
“Con estos documentos realicé investigaciones muy importantes sobre el tema de la discapacidad y la enseñanza de la música y en base a toda esta información hemos creado estos cursos”.
Los estudiantes obtienen todos los conocimientos básicos que se enseñan a alguien que inicia, ofreciéndoles las condiciones ideales por módulos.
“El primer curso de música de iniciación o propedéutico multidisciplinario, contiene 7 módulos que se basan en los elementos del sonido y las familias de los instrumentos… La metodología, está pensada en la trilogía: A.Alumno, B.Tutor y C.Académico dual”.
DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL ALUMNO
Como testimonio, el estudiante René Zamora Paz, comenta que la música le ha ofrecido un efecto terapéutico, él sufrió una embolia hace 8 años y hoy, a los 60, ha encontrado un espacio seguro para propiciar el aprendizaje.
“Fue muy sorprendente darme cuenta que todos mis compañeros eran gente muy jóven… El curso tiene también como nombre curso inclusivo y la verdad es un nombre que a mi me quedó como anillo al dedo porque se me incluyó de una manera que se me hizo verdaderamente increíble”.
René es parte de la primera generación junto a Diana Gabriela Villarino Lomas, Edna Joana Parra Ramírez, Citlaly Mendieta Macías, Gloria Isabel Barajas Alvarado y Josué Yahir Eguía Talamantes, quienes han estado trabajando en línea debido a la pandemia.
“Somos varios maestros los que impartimos el curso de música de iniciación y de otro tipo que llamamos de especialización”, comentó Santiago Hernández Nuño, quien ha hecho equipo con docentes como Manuel Cruz (Violin), Diana Nevares (Canto), Kamuel Zepeda (Piano), Fernando Daniel Briceño Barajas (Guitarra), Alejandro Artacho (Trombón) e Israel Hernández Torres (Percusiones), adecuándose dependiendo de las necesidades del alumnado.
Las clases de iniciación comenzaron en julio y terminan en diciembre para darle tiempo a cada alumno de progresar sin que resulte abrumador ni pesado, actualmente cuentan con 7 estudiantes pero esperan recibir muchos más, para seguir promoviendo el arte como oportunidad de desarrollo.
“Creer y amar a Dios, es algo personal para mí muy importante, que te ayuda a amar a tu prójimo como a ti mismo, pero no por ser humanos como tú, sino, por un amor a Dios y de esa forma comprendes más la debilidades y carencias propias y de los demás y ver lo mejor de las personas dejando pasar las cosas negativas y buscar compensar con paciencia y caridad los defectos tuyos y de las personas que te rodean… Por lo que ves la necesidad de apoyar y ayudar a quién lo necesita, en este caso a las personas con discapacidad que pocas ofertas tienen de educación musical en especial para ellos”.