Criado desde su infancia en el ejido Cucapah Indígena, en el valle de Mexicali, Héctor Rodríguez Curiel ha escrito más de 200 canciones, tomando como fuente de inspiración el lugar donde nació, así como el entorno de su familia, amigos y compañeros de vida.
El joven cantautor, también conocido como “Héctor el de Arriba", de género campirano, comenzó a componer gracias al ejemplo de su abuelo, quien cantaba y tocaba la guitarra dentro de los camiones y taquerías de la ciudad.
“Yo comencé cuando tenía alrededor de 15 años en mi casa, con una guitarra que me había regalado un señor de mi comunidad y se fue dando; comencé a escribir solo por ‘hobby’ y después ví la forma de hacerlo una profesión”.
Actualmente cuenta con dos álbumes dentro de las plataformas digitales, “Mis inicios a mi estilo” y “Una vida mil historias”, en la que destaca la canción “Para el que se fue”, una canción que para él, toca sentimientos muy profundos de su vida, dedicada a dos familiares.
“En esa canción tomé fragmentos de historias familiares, en ese tiempo un tío cumplió 25 años en Estados Unidos; una tía mía me contaba historias de cómo ella se trasladaba del campo a la ciudad para poder estudiar, entonces esa canción marcó un antes y un después para mí”.
El joven cachanilla, además, cuenta con diversos sencillos, de los que uno está inspirado en él, como lo es “Soy un personaje”, en la que se describe como persona, habla de sus pasiones y en estar en el personaje, quien lleva alegrías a las fiestas, ya sean en familia o en contrataciones.
Una de sus últimas composiciones escritas se llama “Punto G”, que habla sobre la sexualidad hacia las mujeres de un joven que se siente superior a ellas, pero al momento de la pasión, la mujer es quien lo domina.
Héctor siempre carga con un cuaderno, en el que plasma cada parte de su vida en una letra musical, la que transmite con diversos instrumentos como su voz, la guitarra, percusiones, acordeón, bajo y armónica, entre otros, convirtiéndolo en un artista multifacético.