Hoy inauguran la exposición “Cholombianos” en el Centro Estatal de las Artes (CEART) a partir de las 20:00 horas, en donde se presentará parte de la fusión entre la cultura colombiana y la cultura urbana de algunas colonias en Monterrey, Nuevo León.
Deborah Holtz, organizadora del evento, platicó que a través de cerca de 50 años esta cultura se ha venido transformando hasta ser un movimiento juvenil que logró unir una serie de elementos como lo es la música, la moda y los peinados.
“Los cholombianos basados en la cumbia colombiana tuvieron un movimiento musical importante cuyo máximo representante es el chofilnial y el otro gran estarnante es la combia rebajada que inventó un DJ en donde chavos se ponían a bailar a lado del río en Monterrey”.
La exposición de los Cholombianos que se presenta en el CEART de Mexicali es un homenaje: un retrato congelado en el tiempo de uno de los movimientos que mayor resonancia ha tenido en el mundo de la contracultura.
La muestra representó a nuestro país en el año dual México-UK (Reino Unido) en la galería RichMix de Londres, así como en el ex Convento del Carmen dentro de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2015.
La curaduría fue realizada por la diseñadora de modas británica Amanda Watkins quien descubrió por casualidad su presencia en el lecho del Río Santa Catarina durante el año de 2010 durante una visita al mercado del Puente del papa, espacio de compra y venta de mercancía de todo tipo de comerciantes en pequeño y ambulantes.
Lugar extinto del escenario local debido a la violencia ejercida por el crimen organizado en los espacios públicos primero a través de amenazas a los comerciantes, cobros de piso, asesinatos de los líderes y comerciantes, robos a los clientes y finalmente levantones a plena luz del día.
En este peculiar mercado ambulante cada fin de semana los visitantes se daban cita para comprar vinilos, ropa vintage, muebles, herramientas, objetos de colección y fayuca, en un ambiente festivo lleno de polvo y calor a rabiar durante los veranos regiomontanos acompañados por caguamas frías y tepaches.
Watkins conoció a los Cholombianos mostrando sus vestimentas en todo su esplendor, retándose unos a otros a bailar a través de coreografías tribales, mientras los bafles (bocinas) de grandes dimensiones instaladas en sus camionetas pompeaban música tropical, vallenato y cumbias rebajas a todo volumen.
Sorprendida por sus insólitas indumentarias, sus bailes y sus códigos se dio a la tarea de preguntarse qué era lo que buscaban al vestirse de esa manera y conocer las formas en que habían sobrevivido al estigma de estar en el punto cero de la escala de valores regiomontanos.
La diseñadora británica propone una curaduría basada en la observación etnográfica a través de la realización de una bitácora desde la cual documenta la relación de sus propuestas visuales, su interpretación de la moda, costumbres y hábitos de comportamiento.
Fotografías, videos, dibujos, mapas de ubicación e intercambios con la cultura musical colombiana, documentales y graffiti. Además de una amplia sección dedicada a la indumentaria: camisas, pantalones, escapularios, gorras. Recreando no solo su ambiente urbano sino su historia ligada al origen de los sonideros colombianos.
Finalmente, la exposición estará en las instalaciones del CEART por tres meses para aquellos que no puedan asistir hoy a la inauguración, la cual estará de manera gratuita abierta al público en general.