Él es originario de San Juan de los Lagos, Jalisco, sin embargo por azar del destino llegó a Mexicali cuando tenía 14 años. Desde que era un adolescente ha aprendido a amar a Mexicali y a disfrutar de sus altas temperaturas, pese a que los foráneos es de lo que huyen. En el marco del centenario de Mexicali creó la canción “Mexicali mía”, la cual hace un homenaje a la característica principal de esta tierra que capturó el sol, la calidez de su clima, pero sobre todo de su gente.
“Cuando yo me muera, quiero que se escuchen aquellas canciones que inspiraste un día: Puro cachanilla y Tierra generosa y pa’ rematar, una o dos de las mías”, se lee en uno de sus versos. Cesáreo se considera un amante muy fiel de la capital de Baja California y aunque nació en otra tierra, una vez que probó el agua del Río Colorado, ya no se fue de esta ciudad.
A veces la gente le pregunta qué es lo que tiene Mexicali que lo “trae” tan enamorado, a lo que es solo refirió que esta ciudad tiene un secreto indescriptible, ya que se ha forjado gracias al esfuerzo de personas que vinieron de otras partes de la República e incluso de otros países. “Siempre ha sido como una olla donde mezclas muchos ingredientes”.