El mundo de la música tiene un sinfín de matices y la música electrónica actualmente tiene gran auge tanto a nivel internacional como nacional y Edgar Mondragón es considerado uno de sus mayores exponentes.
En entrevista con LA VOZ DE LA FRONTERA, el productor de música electrónica recordó cómo desde siempre tuvo un gusto por la música, por las diversas melodías, lo que lo hizo iniciar en pequeñas bandas que lo formaron y motivaron a después crear su armonías en solitario.
La tecnología también era su fuerte, algo que buscó combinar con su pasión principal, por lo que, a través de su ordenador, Mondragón empezó a crear mezclas que de a poco empezaron a llegar a varios promotores y conocedores de este giro artístico, dando paso a múltiples invitaciones para tocar en diferentes lugares.
“Con la ayuda de mi computadora, no sabía bien cómo y por dónde y empecé a hacer música de manera instintiva, empecé a llamar la atención, me invitaron a tocar muchas veces en vivo y la verdad que yo no tenía ni idea de cómo tocar en vivo, lo que hice es, ensamblé una banda muy fácil y empecé a tocar esa música que yo tocaba solo con mi compu a una banda”.
En el 2018 decidió seguir su camino explorando otros géneros dentro de la misma música electrónica, como el ambient, que es más contemplativo, una música más introspectiva, con la que ya ha realizado algunos lanzamientos discográficos.
Con ocho lanzamientos y dos bandas sonoras para cine, Edgar ha sido considerado como "una de las luces más brillantes de la vanguardia electrónica mexicana" por varios medios internacionales especializados en música.
Festivales de música en Estados Unidos, Canadá y Colombia, son algunos países donde se ha presentado y, a raíz de la contingencia de salud por el Covid-19, fue contemplado en la cartelera de festivales internacionales, participando virtualmente en ciudades como Japón y Montreal.
En Baja California ha participado en festivales como “Doña Pancha”, donde destaca su música presentada con algunos visuales, así como en el evento Réplicas, organizado en Mexicali por el Instituto de Investigaciones Culturales - Museo UABC, en donde quedó demostrado el gran gusto del público bajacaliforniano por la música electrónica.