Cumple años La Joya de la Santa Clara

El centro cultural operado por el colectivo Calle 13

Mariela Tapia

  · sábado 2 de febrero de 2019

Foto Sergio Caro

Desde que inició operaciones hace un año la casa de artes y oficios La Joyita, en la colonia Santa Clara, este espacio ha fungido como un lugar donde los jóvenes y hasta personas mayores acuden para aprender una nueva forma de expresión.Este inmueble que se ubica en la calle Tepic, antes conocida como la calle 13, a unos cuantos metros del muro fronterizo que divide Mexicali con Calexico, mañana cumple exactamente un año de ofrecerle a la comunidad una opción para que realicen actividades recreativas de manera gratuita, gracias a un grupo de artistas que realizan esta labor.

Ismael Castro, quien es parte de la asociación civil, recordó el proceso que tuvieron que afrontar los integrantes de esta agrupación para reconstruir el predio donde ahora está “La Joyita”, siendo que por más de 15 años estuvo en desuso, por lo que había basura demás desechos que la gente depositaba ahí. La Joyita está a unos cuantos pasos de la casa de la familia del fundador del colectivo, Thomas Gin, por lo que en conjunto los artistas buscaron recuperar este espacio para hacer un bien a la comunidad.“Mucho tiempo buscamos a los dueños a ver si nos rentaban y así, no los encontrábamos y empezamos a limpiar nada más dentro del proyecto de limpieza de la calle que traíamos, fuimos metiendo el pie y como nadie nos decía nada, seguimos”.A la fecha ya se están sentando las bases para formalizar la compra del inmueble, lo cual se realizará gracias a las donaciones de la sociedad civil.

EL ESPACIO

El colectivo desde hace tres años empezó a realizar jornadas de recuperación de espacios públicos en la colonia Santa Clara, pero hasta contar con la Joyita tienen un lugar en donde recibir a la gente.Desde entonces, donadores, voluntarios, vecinos de la zona han mejorado las condiciones de esta colonia y del centro cultural, por lo que ahora cuenta con energía eléctrica, un techo que no se moja, una galería, una sala que funge como taller, un escenario, un almacén y hasta un jardín de plantas endémicas.“Casi todo lo que hay o fue donado, traspasado o vendido a un costo muy barato y la mano de obra de la chamba, fue también muy baja pensando que solo fue invitarle a la comida y gasolina (a los voluntarios) para que pudiéramos lograrlo”.

UN TRABAJO EN EQUIPO

Rogelio Pérez Cano, quien es maestro de artes plásticas y visuales durante los fines de semana en La Joyita, explicó que cuenta con 20 alumnos regulares en el segundo módulo de creación de mosaicos. En este se especializan plasmar rostros en los mosaicos.Sus alumnos son personas que van desde los 6 hasta los 70 años, siendo la mayoría menores que tienen el interés de aprender un oficio.A Pérez Cano le llama la atención que los más jóvenes no llevan celular al estar en las clases, por lo que pueden enfocarse completamente en aprender, lo cual se refleja en sus trabajos finales. “A la misma vez que uno está enseñando, también estas aprendiendo de los alumnos, a veces hacen cosas que uno dice, mira, guau, este (alumno) es muy bueno”.Por su parte, Jonathan Rivera, muralista y colaborador de este colectivo, refirió que en un futuro planean vincularse aún más a través de la primaria Héroes de Chapultepec, ya que se ha notado el interés de los vecinos en colaborar junto con el colectivo, lo que ha logrado que a la fecha sea una buena colonia.“Creo que a la gente y a los niños les ha beneficiado para orientarse o centrarse en hacer un oficio, no nada más no haciendo nada en las calles”.

BUSCAN CREAR UN JARDÍN

En el futuro de La Joyita se buscará crear un jardín con plantas endémicas, lo cual estará a cargo del artista plástico Eustolio Pardo, quien lleva al menos dos años colaborando en el proyecto.Refirió que próximamente planea reproducir distintas cactáceas, siendo que con el tiempo ha notado que en Mexicali se talan árboles de manera arbitraria, lo cual es inconsciente considerando el calentamiento global.

Primero se buscará mejorar las jardineras que ya existen, para después crear un compostero, el cual permitirá que las plantas se produzcan más fácilmente.“Es un lugar que me entusiasmo mucho porque veo mucho potencial, entonces digamos, yo me integro como un pedazo con lo que yo sé y me interesa, apoyar a que este centro cultural crezca”.

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