Ramón Carrillo Romero es un artista nato que desde niño supo lo que quería ser de grande: pintor y dibujante… “Creo que fue el contacto que tuve en mi niñez con los cómics de la televisión, las caricaturas, el tratar de copiar e igualar a personajes que eran populares, eso se fue convirtiendo en algo más serio conforme fui creciendo”.
Desde niño su habilidad natural para el dibujo lo hizo sobresalir sobre el resto de sus compañeros y lo empezaron a elegir en la escuela primaria para realizar pinturas alusivas a fechas o personajes sobresalientes de la historia mexicana. “Los maestros decían -Carrillo es el que sabe dibujar- y me ponían a trabajar y entonces me la fui creyendo de que tenía algo de talento y pues con el tiempo una cosa me llevó a otra”.
“Mi padre trabajaba en los almacenes generales del estado donde metían las cosas que ya no se usaban para darlas de baja, y en alguna ocasión mientras lo esperaba, recorriendo la bodega y escuchando solo el eco de mis pasos, de repente vi unos cuadros y uno de ellos se me hizo raro y me llamó mucho la atención, ¿por qué ese gallo tiene ojos de persona, y tiene esos cuerpos de una novia y un novio como volando en el aire, y unas casas?, imágenes que no tenían sentido para mí en ese tiempo. Con los años supe que era una pintura de Marc Chagal (pintor judío/ruso 1887-1985). Imágenes como esa me hicieron voltear hacia la pintura, creo ese fue el detonador”.
Ramon Carrillo forma parte de una generación que tuvo como maestros y ejemplos a seguir a la llamada Generación de Los Pioneros, la cual desde los años setentas le dio un estilo e identidad propia a las artes visuales bajacalifornianas, logrando posicionarla en el panorama artístico nacional como una propuesta fresca e innovadora para su época, y que a la fecha sigue vigente y evolucionando.
Maestros como José García Arroyo, “sus trabajos del tema surrealista, y su dibujo me gustaban mucho”; Coronado Ortega “de él aprendí el lenguaje y la riqueza del color, recuerdo que me decía -disfrútalo, mira, paladearlo ¿no lo ves?-, ¿de qué me está hablando? pensaba, y con el tiempo empecé a entender que el color tiene personalidad”; Rubén García Benavides, Manuel Aguilar, y Salvador Romero, “de ellos recibí comentarios, sugerencias, y orientación para desarrollar o mejorar algunas técnicas de pintura y dibujo… todo ese cocktail, valga la expresión, me fue moldeando”.
Pero Carrillo desde siempre se inclinó por pintar y dibujar el paisaje urbano de su ciudad natal Mexicali; ”De niño, todos los días me la llevaba en el centro de la ciudad, y al ir creciendo fui viendo su transformación conforme iban pasando los años, yo creo que me quedé en una época romántica de mi adolescencia, y eso me hizo voltear a ver a ese Mexicali e inmortalizarlo, perpetuarlo a través de una pintura”.
Antojitos cromáticos de pastel y acuarela es una exposición que reúne una serie de pinturas y dibujos en pequeño formato, retratos de esta ciudad cachanilla, paisajes urbanos que para nosotros son indiferentes, pero que en los ojos, la mente y el corazón de un maestro como Carrillo cobran otra dimensión.
“Me han dicho que mi trabajo se inclina hacia el fotorrealismo pero ¡no, no!, yo he visto gente que, me quito el sobrero, uno de ellos, de mis favorito,s Santiago Carbonell (Quito, Ecuador, 1960) también Rafael Cauduro (CDMX, 1950-2022), para mi son de los mejores, o Manuel Felguérez (Valparaiso Zacatecas 1920-CDMX 2022), y Rufino Tamayo (Oaxaca 1989- CDMX 1991), para mi los mejores en cuanto abstracto y el color. Alguna vez alguien me dijo - no recuerdo si fue el maestro Coronado o Benavides- que yo era una especie de cronista de la ciudad pero gráfico, pictórico, sin yo buscarlo, simplemente me nace y disfruto reproducir este tema”.
Llama la atención una reproducción de la obra “El Salón de la Rue des Moulins” del pintor francés del siglo XIX Toulouse-Lautrec (Francia 1864-1901), reconocido por la reproducción de la vida nocturna de París de finales del siglo XIX, realizada por el mismo Carrillo y que contrasta con una serie de pasteles y acuarelas originales de pequeño formato con el tema de bailarinas exóticas de espectáculos nudistas locales con la que termina el recorrido de la exposición.
“Lo pensé como un referente de dos épocas distintas pero, el ambiente es el mismo, siglo XIX y siglo XXI, al final siguen existiendo las mismas imágenes que vivió y pintó Lautrec, entonces te das cuenta de que a pesar de la evolución humana, de la tecnología, de las modas y las costumbres, sigue persistiendo el espectáculo frívolo, nocturno y atrevido que la gente va a ver.
Hay dos razones para visitar la exposición Antojitos Cromáticos de pastel y acuarela de Ramón Carrillo Romero, primero por su maestría en el dibujo y la pintura hiperrealista en la que retrata una realidad urbana que tiende a desaparecer y que él perpetúa en el tiempo con su arte; y segundo, por su dedicación la docencia enfocada en las artes plásticas desde hace 42 años en su misma alma mater, la casa de la Cultura de Mexicali donde además de las artes plásticas inculca a sus alumnos “que sean honestos consigo mismos, y que sean exigentes con su trabajo, que se pongan como meta la perfección”
Fue ganador en el 2015 del premio de adquisición en la disciplina de dibujo de la Bienal Plástica de Baja California, el máximo reconocimiento otorgado a los artistas plásticos de la región; “ese premio representó para mi la responsabilidad de estar continuamente sustentando porque lo gané, porque si te caes es como decir ya gané ya no me interesa, y no, por el contrario, yo creo tiene uno que honrar ese premio” lo cual, en esta colección, demuestra ese compromiso adquirido.
La exposición se encuentra instalada en la Sala de Conferencias del Centro Estatal de las Artes de Mexicali ubicado en Calzada de los Presidentes, zona del Río Nuevo y permanecerá abierta de manera gratuita hasta el 21 de abril en un horario de lunes a viernes de 9:00 a 20:00 horas.