Existen varias razones por las que se les llama “chocolates” a los autos irregulares que llegan a México desde la frontera norte. El contrabando de automóviles en tierras mexicanas ha existido durante mucho tiempo y ha sido una forma de eludir las restricciones y altos impuestos que se aplican a la importación oficial de vehículos.
Estos automóviles ilegales a menudo se importan de forma clandestina desde Estados Unidos e incluso otros países, sin cumplir con los procedimientos aduaneros y las regulaciones establecidas por las autoridades mexicanas.
Ahora bien, el término “chocolates” se asocia con algo dulce, pero prohibido o clandestino. Al igual que los chocolates de contrabando, que pueden ser atractivos, pero no están permitidos legalmente, los autos ilegales en México se consideran como “dulces prohibidos”.
Esta analogía refleja la idea de que estos vehículos ingresan de manera oculta o no autorizada al país, evadiendo los impuestos y requisitos legales necesarios para su legalización.
Además, los “autos chocolate” suelen ser autos de marcas y modelos que no están oficialmente disponibles en México. Estos vehículos pueden tener características y prestaciones especiales que los hacen deseables, pero al no ser importados de manera legal, se convierten en objetos de contrabando.
De esta manera, el término “chocolates” también implica una cierta exclusividad o rareza asociada a estos vehículos no registrados.
Otro nombre que se le atribuye es por lo de “autos chuecos”. Versiones de autos que no se comercializan en el país y que entraban ilegalmente. Con el tiempo y el llamado “spanglish”, característico de la frontera, se convirtieron en “autos choco” y después “autos chocolate”.
Para la industria automotriz, la frase simplemente define el contrabando de vehículos, pues como lo explica el director de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales Zárate.
"Los vehículos usados que se adquieren en Estados Unidos, cruzan la frontera, se introducen a México, se comercializan y posteriormente circulan sin que hayan cumplido con la formalidad del procedimiento aduanero, es decir, no pueden acreditar su legal estancia en el país y conforme a la Ley de Comercio Exterior, la Ley Aduanera y el propio Código Penal", afirmó.
Otra versión es que por no ser “reales” se les asimilaba a las monedas de chocolates que se vendían en las tiendas. Sea como sea su característica principal es que no son autos aprobados por concesionarios para su venta.
Kavak, un sitio especializado en vehículos usados, reforzó la idea anterior explicando que son todas aquellas unidades importadas desde Estados Unidos a México, tomando en cuenta que son marcas y modelos que no se comercializan por concesionarias dentro del territorio nacional.
Es importante tener en cuenta que el uso de automóviles ilegales o no registrados presenta diversos problemas y riesgos. Estos vehículos pueden no cumplir con los estándares de seguridad establecidos por las autoridades mexicanas, lo que pone en peligro la vida de los ocupantes y de otros usuarios de la vía.
Además, al circular sin los permisos y registros adecuados, los propietarios de estos autos ilegales podrían enfrentar sanciones legales, como multas y decomisos.
PROBLEMA ECONÓMICO
Desde 2013, la AMDA ha denunciado que estos autos frenan el desarrollo automotriz del país. Para uno de los clústers más importantes para la economía nacional esto ha sido un problema que involucra muchos sectores.
Según sus cifras, se habla de que uno de cada tres de los automóviles en circulación se encuentran en esta situación. Además, de acuerdo con sus investigaciones, en el paso de estos vehículos se ven implicados algunos jueces y personal de las aduanas.
De acuerdo a información de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SCT), Baja California y Chihuahua son dos estados donde puntean los vehículos de esta procedencia en circulación.
Por tal motivo, los gobiernos estatales han establecido el Reglamento de Comercio Exterior en estos casos y decomisado unidades que se encuentran en el país ilegalmente.
Por otro lado, los miembros de las mismas comunidades han manifestado su molestia porque los autos chocolates no pagan impuestos, placas ni verificaciones, debido a que se encuentran en la ilegalidad.
REGULARIZACIÓN
En 2005 el ex presidente Vicente Fox emitió un decreto para permitir la importación de autos usados provenientes de Estados Unidos. Pero, no fue hasta 2015 que comenzaron a hacerse las regularización de unidades extranjeras que ya circulaban en el país en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Finalmente, ya en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se estableció el actual proceso de regularización de vehículos de procedencia extranjera a finales de 2020 y se puso en marcha a mediados de 2022 en diversos estados de la república.