Mexicali, como la conocemos se remonta a 1903, una ciudad que fue creada en torno al Río Colorado y su agricultura, en la que sus primeros pobladores llegaron desde la Baja sur, Sonora, Sinaloa y claro los chinos. Ya para 1936, el primer panteón de Mexicali, se había llenado, los pioneros ya se encontraban descansando bajo tierra… pero esta paz iba a ser perturbada cuando decidieron mover de lugar este lugar de descanso. Y todos sabemos que no trae nada bueno molestar a los muertos…
LEYENDA
El primer panteón de Mexicali, ubicado anteriormente en la manzana 28 de la primera sección de la ciudad, guardaba los cuerpos y las almas de aquellos fundadores de las tierras cachanillas, pero durante la administración del general Rafael Navarro Cortina, fue él quien autorizó la desaparición del panteón, por diversas causas.
Las lápidas fueron quitando una por una, las quejas de estas acciones, de la población mexicalense se pasaron por alto Navarro solo estuvo en el cargo por siete meses, pero no se fue con las manos vacías… Dicen que el general siempre iba preguntando “¿qué?” , “¿usted me habló?”, incluso molesto gritaba que dejaran de murmurar, sin embargo nunca era alguien.
Los fantasmas del primer panteón ya habían sido molestados y ellos castigan a Navarro por aquella decisión. El general nunca dejó de escuchar susurros, ni las voces que se tornaban en grito. Ni siquiera el último día de su vida pudo encontrar la paz, se fue diciendo:
-Silencio, por favor… silencio
Fuente: Mitos y leyendas de Mexicali, Gabriel Trujillo