Bien dicen que ‘uno siempre vuelve a los sitios donde fue feliz’ y PlayStation lo sabe, es por eso que la tercera versión de The Last of Us pretende mantener para la posteridad la genialidad de uno de los mejores videojuegos de la historia, rearmado desde cero con gráficas en 4K y otras adiciones para que los jóvenes gamers de hoy y los del futuro puedan disfrutar o los ya veteranos, revivirla.

The Last of Us Part I es el remake del clásico moderno que se lanzó para PlayStation 3 en 2013 y a diferencia del Remaster de 2014, este nuevo lanzamiento no solo ha aumentado la resolución de sus assets. Esta versión cuenta con nuevos modelos para todos sus personajes y mejoras sustanciales en todos los escenarios, con posibilidad de correr en PS5 en 4K nativo a 30fps o a 4K escalado en 60fps.

La mejora visual es innegable, con niveles densos en pequeños detalles y animaciones faciales mejoradas que aprovechan al máximo el desempeño de sus actores. Además, la potencia de la consola permite que el juego fluya sin dificultades a pesar de la gran cantidad de reflejos y partículas en cada momento de gameplay.

Ajusta algunas apariencias y situaciones para conectar de mejor manera con la secuela; la versión también heredó la suite de opciones de accesibilidad que vimos en la segunda parte, así como una inteligencia artificial mejorada de los enemigos, que se sienten mucho más desafiantes.

Sin embargo, la jugabilidad se mantiene igual, a pesar de que las animaciones son más detalladas y la sensación general del gameplay es similar a la parte II, el gran cúmulo de acciones no se encuentran aquí, lo cual podría considerarse negativo, aunque hay que tomar en cuenta que el diseño de los niveles y los enfrentamientos se mantienen igual, así que la capacidad de esquivar o arrastrarse rompieron mucho de lo que ya está construido.

En general The Last of Us Part I es al momento la mejor forma de disfrutar esta joya y es perfecta para adentrarse a este mundo, una vez que se estrene la nueva serie de HBO. Es un juego extraordinario y se ve mejor que nunca.