Hoy en día el tema de la salud mental ha mostrado un avance más ameno, pasando de ser satanizado como “algo de locos” o que una persona era considerada floja por no tener ánimos de salir de su cama, pero al día de hoy a ese tipo de comportamientos se les ha ido tomando más relevancia, con el fin de dar a entender lo importante que es la salud mental.
Quizá uno lo padezca, o algún familiar, pero los temas como la depresión y ansiedad cada vez rodean más nuestro entorno, y es muy complicado cuando un amigo comienza a tener un ataque, si no sabes que hacer muy probablemente termines estresado por la impotencia de no poder ayudarle.
Ataque de Ansiedad
Aunque sea muy sonado este término, lo cierto es que en lenguaje clínico es lo contrario, pues no corresponde a ninguna categoría diagnóstica según la última edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, aclarando que este manual si la define como tal como una característica asociada a diferentes trastornos psiquiátricos.
Lo que uno define como “ataque de ansiedad”, es una respuesta intensa a un agente estresante o a una preocupación determinada misma que origina un periodo de ansiedad agudo, este puede prolongarse durante horas, días, hasta semana, aunque la sensación sea más grave, no llega a alcanzar la intensidad de reacción de un ataque de pánico.
Síntomas
Inquietud o nerviosismo
Fatiga no justificada por refuerzo físico o mental
Dificultades de concentración
Irritabilidad
Tensión muscular
Problemas de sueño
¿Cómo ayudar?
- Escuchar y empatizar, en ocasiones uno solo quiere un hombro para desahogarse sin sentirse juzgado.
- No intentes arreglar nada, pues eso lo tiene que solucionar la persona con el problema, limítate a apoyarlo y no hagas de su problema, tu problema, pues tu también podrías salir afectado.
- Recuerda que la ansiedad no es igual para todo el mundo, quizá lo que te sirva a ti, no le sirva a él y está bien respetarlo.
- Pregúntele qué necesita, puedes acompañarlo con ciertos ejercicios que ya le han funcionado.
- Pon tus límites, recuerda que también debes cuidarte tú y si en alguna ocasión no estás disponible para él, es necesario hacerle saber, siempre con amabilidad con alguna frase como “Cariño, ahora no puedo hablar, pero mañana podemos vernos y conversar”.
¿Y uno de pánico?
Según su definición oficial del Manual mencionado anteriormente, es “un episodio repentino de miedo intenso que desencadena reacciones físicas graves cuando no existe un peligro real o una causa aparente” , tiene una entidad clínica perfectamente catalogada, este ocurre bajo presión extrema o una desmedida acumulación de estrés, puede causar sintomatología física grave, llegando al punto en el que quien lo ha llegado a padecer, siente que lo que está pasando es un infarto.
Síntomas:
Dificultad para respirar, falta de aire, sensación de atragantamiento
Palpitaciones o latidos fuertes
Sudoración
Temblores musculares
Dolor o molestias en el pecho
Dolor de cabeza
Escalofríos o acaloramiento
Náuseas
Calambres abdominales
Entumecimiento y hormigueo
Desrealización (sensación de que el mundo exterior no es real) o despersonalización (sensación de no ser uno mismo).
¿Cómo ayudar?
- Permanezca con la persona y mantenga la calma, está bien preocuparse y sentirse ansioso, pero en ese momento esa persona necesita de ti.
- En caso de que la persona utilice medicamentos, ofrecerlos.
- Llevalo a un lugar tranquilo, donde pueda tomar aire fresco, o al menos un lugar seguro donde pueda recuperar la calma.
- En esa situación, no supongas cosas sobre lo que necesita, es mejor preguntar que lo llevó a ese extremo y preguntar cómo ayudarlo sin cruzar sus limites.
- Trata de decirle cosas simples, lo último que esa persona querrá, será algo que lo haga pensar.
- Intenté concentrarlo en una tarea simple pero físicamente agotadora como levantar los brazos sobre la cabeza.
- Intente ayudar a que su respiración se desacelere con el clásico conteo del 1 hasta el 10
- Durante el ataque se puede intentar dar frases de motivación, cómo “puedes superarlo” “Dime que necesitas ahora” “Concéntrate en tu respiración, mantente en el presente”
Diferencias
- Los ataques de pánico suelen ocurrir sin desencadenante alguno mientras que la ansiedad responde a factores estresantes o amenazas percibidas por el sujeto.
- El ataque de pánico tal y como dice su nombre provoca sensaciones intensas y perturbadoras, mientras que la ansiedad varía en intensidad.
- Los ataques de pánico aparecen de forma repentina, al contrario de los de ansiedad, donde sus síntomas van evolucionando de manera gradual en cuestión de horas o días.
- Los ataques de pánico desaparecen en minutos, al contrario de la ansiedad que se puede prolongar por más tiempo como mencionamos anteriormente.