Tijuana.- A muchos les ocurre, sin que sepan con certeza por qué con la llegada del invierno la tristeza se hace presente.
La que de manera común se conoce como depresión invernal es en realidad el trastorno afectivo estacional (TAE), mismos que está relacionado con una serie de elementos que explicaron los docentes de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali, Dr. Josman Espinoza Gómez, y Dr. Daniel Álvarez Núñez.
Remarcaron la importancia de distinguir entre atravesar por un “bajón emocional” y presentar dicho tipo de TAE y padecer depresión como tal.
“Son cosas distintas, la depresión conlleva un componente biológico, y un proceso patológico. Sentirnos deprimidos puede tener que ver con el cierre de año, con no haber concretado los objetivos que deseábamos, mientras que el TAE puede producirse por factores que tienen que ver con el cambio de horario y de rutinas que éste conlleva”.
En el artículo académico titulado "No siempre es depresión: ¿sabes por qué te sientes triste a fin de año? se precisa que los cambios en el clima juegan un papel importante en este proceso, luego que los días sean más cortos y las noches más largas, provocando con ello cambios en el cuerpo.
El acortamiento del día hace que en el cuerpo aumente el nivel de melatonina (hormona que se produce cuando llega la noche), alterando el sistema límbico, encargado de controlar las emociones, mismo en el que se reduce la actividad de la serotonina.
A su vez, menciona que es común asociar la llegada de este época con un balance del año, donde se miden las metas o logros obtenidos; cuando los resultados son negativos es cuando se puede caer en un proceso donde predomine la decepción, la tristeza, con lo que se da paso trastorno afectivo estacional (TAE), también conocido como depresión invernal.
Mientras que la tristeza es pasajera y suele obedecer a un acontecimiento (como un mal día en el trabajo, rompimiento o distanciamiento con alguien especial) y la depresión es una enfermedad clínica, que se diagnostica después de que el paciente manifiesta síntomas durante un período prolongado, el TAE que nos ocupa aparece a partir del otoño.
Se trata de una condición a la que no todas las personas son vulnerables. De acuerdo con datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) al cierre del año 2017, el 10% de la población mexicana padece depresión invernal.
Su baja incidencia, y el hecho de no ser tan grave como la depresión patológica, hace que muchas personas la padezcan y no lo sepan, pues no le prestan importancia y la confunden con tristeza, estrés o enfado.
EL CASO DE MARTHA
Para Martha la navidad es sinónimo de dolor, la muerte de su madre en los primeros días de diciembre le ha dejado un sabor amargo a lo largo de los últimos cinco años; desde entonces, ha modificado su forma de afrontar el fin de año.
Foto: Ángeles García | El Sol de Tijuana
"Antes yo era como todas las personas, hacia fiesta de navidad, comida, los hijos, los sobrinos, era como la mayoría una fiesta familiar. Cuando falleció mi mamá teníamos planeado celebrar navidad, pasarla como otro año más, juntos, pero no fue posible; recuerdo que algunos de mis hermanos si se juntaron, pero yo no quise".
"Para mí la navidad cambió totalmente, no celebro, me mantengo por el contrario tranquila, esos días me gusta darle un respeto a mi mamá, guardarme para ella; mis hermanos me dicen que me una a ellos, que juntos es menor el dolor, pero yo prefiero estar en reflexión, la muerte de mi mamá me dejó muchos cambios que todavía sigo analizando", narró.
Martha también nos dijo que piensa en algún momento buscar ayuda profesional, sin embargo, no se ha dado el valor de hacerlo; existiendo un especie de temor que le impide llevarlo a cabo.
¿Qué hacer frente a un TAE o depresión invernal?
Los principales síntomas que manifiesta una persona afectada con este trastorno estacional son: irritabilidad, alteraciones en el sueño (dormir mucho o no dormir nada), alteraciones en la alimentación (comer poco o comer demasiado), falta de interés por convivir, trabajar y llevar a cabo actividades que antes parecían interesantes para la persona afectada.
Al detectar que en nuestro entorno hay alguien que atraviesa por una depresión estacional, o hallar señales de que nosotros mismos la estamos viviendo, debemos evitar el autodiagnóstico y buscar apoyo profesional, para descartar que se trate de otro tipo de padecimiento.
“No debemos sugestionarnos, tampoco tener miedo, ni usar indiscriminadamente la palabra depresión. Hay que recordar que ésta es una enfermedad, y que un trastorno puede o ser transitorio, o ser la antesala para una patología de este tipo.
En la actualidad se está normalizando decir “estoy deprimido”, pero es una cuestión mucho más profunda, no debe ser así”, señaló el profesor Josman.