Ubisoft le ha soltado las riendas a su estudio de Montpellier para que revivan una saga que ha estado durmiente desde 2010 y con The Lost Crown la regresan al plano 2D en el que nació en 1989.
El nuevo Prince of Persia: The Lost Crown es un Metroidvania que atrapa el espíritu de los primeros juegos y lo mezcla con la estética y lore de la saga de las Arenas del Tiempo, para darnos lo que Jordan Mechner podría considerar como una verdadera secuela de lo que creó en la Apple II.
Y es que lo primero que notas cuando comienzas a controlar a Sargón, el nuevo protagonista, es que el enfoque principal de este título es la fluidez del movimiento y lo que puedes lograr con él, tanto en el combate como en el plataformeo.
Era sorprendente ver los movimientos rotoscopicos del primer Prince of Persia y ahora es sorprendente ver un Metroidvania que desde el comienzo te hace sentir tan ágil.
Comienzas pudiendo correr y barrerte, además de tener una variedad de ataques con tus espadas duales que se pueden conectar para lograr grandes combos los cuales sólo van aumentando a lo largo del juego. Esto sumado a que visualmente las animaciones y efectos están refinados para que sientas la rapidez de la acción. Corriendo a un mínimo de 60 frames en todas las plataformas.
La historia nos pone en los zapatos de Sargón, uno de los siete guerreros de la Reina de Persia llamados “Los Inmortales”. Y deberás aventurarte en una misión de rescate en las Montañas Qaf, la casa del Dios del Tiempo. En una trama llena de camaradería, traición y vueltas de tuerca, muy inspirada en el anime, tanto en sus temas como en sus visuales.
Por supuesto que algo o alguien está manipulando la temporalidad y esa es una de las principales razones por las que comienzas a obtener las habilidades que necesitas para avanzar como en todo Metroidvania.
El diseño de la progresión es excelente, con un mapa inteligentemente interconectado y diversas formas de ajustar tu estilo de juego, como los amuletos que te permiten mejorar de varias formas tus stats. Pero lo que lo distingue de otros es:
En primera, el plataformeo, que a veces evoca las secuencias elaboradas de Celeste, en las que tienes que mezclar de forma perfecta tus saltos, con el dash y tus ataques para activar plataformas.
En segunda, el combate, que puede llegar a ser complicado, sobre todo cuando te enfrentas a los diversos tipos de enemigos o los inventivos jefes, contra los que deberás estar siempre atento para esquivar las estocadas o lograr un tremendo contraataque.
Además de una barra de energía que se carga con tus ataques y parrys, y que al llenar te permitirá desatar los devastadores movimientos especiales que irás obteniendo en el camino.
Pero sobre todo, una de las adiciones más interesantes, es una innovación que podría cambiar la forma en la que interactuamos con este género.
Los Fragmentos de Memoria te permiten tomar una cantidad limitada de screenshots de las locaciones para poder revisarlas en cualquier momento desde el mapa. Esto soluciona una de las inconveniencias más grandes de los Metroidvania: el tener que regresar a todas las zonas a las que no pudiste acceder antes, sólo para darte cuenta que el poder que acabas de adquirir no es el correcto para poder seguir progresando por ese camino en específico.
Tanto los Fragmentos de Memoria como la amplia suite de opciones para modificar la dificultad del juego, lo hacen un Metroidvania perfecto para aquellos que no se han sentido lo suficientemente perseverantes al jugar un título de este tipo. Pues puedes ajustar todo, desde lo permisivo del combate hasta la posibilidad de saltarte las secuencias de plataformas más complicadas. Y la adición de un modo guiado para saber siempre hacia donde ir.
Y esto también funciona a la inversa, pues con las mismas opciones puedes convertirlo en un juego sumamente difícil.
Lo Mejor
Lo responsivo de sus controles y lo estilizado de sus interfaces que fluyen como las arenas del tiempo, sin ningún tipo de retraso a la hora de entrar y salir de menús o al morir y reaparecer instantáneamente en tu último punto de guardado.
Lo Malo
La forma en la que se detiene tu momentum al pasar de pantalla a pantalla. Para un juego en el que la agilidad lo es todo, y la rapidez del desplazamiento es lo más satisfactorio; resulta desesperante salir corriendo de cada cuarto, para aparecer detenido o caminando en el siguiente.
Prince of Persia: The Lost Crown
Es una aventura concisa que se puede disfrutar de principio a fin en alrededor de 15 horas y que tiene el suficiente contenido extra para agregarle otras 10 si quieres superar todos los retos, conseguir los coleccionables y terminar las misiones secundarias.
Se lanza el 18 de enero en las plataformas de PlayStation y Xbox y también en la Nintendo Switch y PC. Es un título perfecto para comenzar el año y muy recomendable si eres gran fan de la saga o de los Metroidvanias, pero también si estás buscando la forma perfecta de entrarle a un juego de este tipo.
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