Cuando el año pasado se lanzó el exitoso Hogwarts Legacy, una de las ausencias que más se resintió por los fanáticos fue la del Quidditch, el deporte mágico que se practica en este universo.
Y es hasta ahora que Portkey Games y Unbroken Studios intentan enderezar el camino con Harry Potter: Quidditch Champions, un juego por separado para explorar la pasión de este pasatiempo.
Warner Bros. quiere convertir este deporte ficticio en una competición que resuene entre los gamers, como lo han hecho títulos como Rocket League, todo respaldado por una de las propiedades intelectuales más grandes del mundo.
El gameplay replica las reglas del Quidditch que encontramos en los libros y las películas, con dos equipos de jugadores montados en sus escobas voladoras, intentando anotar en la portería rival.
Cada conjunto cuenta con dos Cazadores, que se encargan de anotar los puntos con la pelota llamada Quaffle; los Golpeadores, que con garrotazos pueden noquear a sus enemigos y también intentar golpearlos con la pelota Bludger; el Guardián, que funciona como un portero de fútbol tradicional y el Buscador, que intenta atrapar la impredecible Snitch Dorada y (en esta versión) otorgar 30 puntos a su equipo.
La jugabilidad se divide entre los cuatro roles, con cada uno teniendo controles especiales para realizar su labor y con las mecánicas de vuelo siendo el punto más fuerte del título, pues boostearte por los aires o driftear en las curvas se siente increíble, sin embargo, el problema más grande del título es el deporte que intenta representar.
A pesar de que los controles, la física y la sensación de juego es sólida, Quidditch Champions tiende a volverse repetitivo o aburrido después de varias partidas.
Y es que las reglas del juego son tan complicadas, que dividir los roles genera una situación en la que hay momentos en los que podrías no estar haciendo nada o simplemente teniendo muchas dificultades para seguir la acción.
Eso sumado a que es difícil encontrar un equipo online en el que todos conocen los deberes de su rol a la perfección.
Un mal Guardián significa que no hay barrera alguna entre el Cazador y el gol, Golpeadores distraídos nunca podrán detener a un buen Buscador y un equipo con un Buscador que prefiere hacer las cosas de un Cazador, está destinado al fracaso.
Tal vez una versión de este mismo juego con reglas más básicas sería mejor como videojuego, pero no como representación real del Quidditch.
Pero lo mejor del paquete es el amor que el equipo de desarrollo claramente tiene por el universo de Harry Potter.
Con un montón de personajes desbloqueables que se pueden usar en los encuentros y escenarios fantásticos como los estadios de las escuelas Beauxbatons y Durmstrang. Con el añadido supremo de que todo se puede desbloquear simplemente jugando.
Si eres un fan empedernido de Harry Potter, esta es una experiencia que va a saciar tus ganas de vivir la pasión del Quidditch, al menos con su campaña que te llevará a las canchas de otras escuelas legendarias y podrás vivir la fantasía de representar a tu casa o a Hogwarts en apasionantes enfrentamientos.
Harry Potter: Quidditch Champions ya está disponible en las plataformas de PlayStation, Xbox y PC, además de que lo puedes jugar de manera gratuita con tu suscripción de PS+.