El 30 de abril se celebra en México el Día del Niño, una fecha que representa la alegría, la inocencia y el futuro de la sociedad. Pero, ¿por qué se eligió esta fecha para honrar a los más pequeños?
La historia del Día del Niño en México tiene sus raíces en la ciudad de Tantoyuca, Veracruz, donde el 8 de mayo de 1916 se reconoció por primera vez la importancia de dedicar un día especial a los niños. Sin embargo, fue hasta 1924 cuando el presidente Álvaro Obregón estableció oficialmente el 30 de abril como el día para celebrar a la infancia mexicana, tras la firma de la "Declaración de Ginebra".
La "Declaración de Ginebra", firmada en 1924, estableció los derechos fundamentales de los niños y reconoció la importancia de su bienestar y protección. En honor a este compromiso internacional, México adoptó el 30 de abril como el día oficial para celebrar a los niños y promover su felicidad, salud y desarrollo integral.
Desde entonces, el Día del Niño se ha convertido en una festividad emblemática en México, donde se realizan diversas actividades y eventos para resaltar la importancia de garantizar un entorno seguro y propicio para el crecimiento y el aprendizaje de los más pequeños. Es un día para recordar que los niños son el presente y el futuro de nuestra sociedad, merecedores de amor, respeto y protección en todo momento.