Aunque ya existe un hartazgo en la población sobre las noticias que se publican en las redes sociales del coronavirus, se deben elegir fuentes informativas confiables y sobre todo hacer caso de las proyecciones de la pandemia, que arroja la inteligencia artificial.
La coordinadora de la Licenciatura en Inteligencia de Negocios e Innovación del CETYS Universidad, Michelle Lazcano, mencionó que durante los últimos días se ha hablado mucho del peligro psicológico de la sobre exposición de la información relacionada con el Covid-19.
Sin embargo, destacó, la existencia, el acceso y el buen manejo de estos informes son pieza clave cuando de pronosticar y prevenir la propagación de esta y otras enfermedades se trata.
“Por ello, debemos ser objetivos y selectivos con las fuentes informativas que consultamos, y dejar de ver de manera negativa la difusión de noticias y avances científicos en tiempo real.
“Mucha gente comenta estar cansada de escuchar sobre el Covid-19, sin tomar en cuenta que no hubiese sido mala idea poner mayor atención a los datos arrojados por la inteligencia artificial, que nos previno sobre lo que podía ocurrir desde los primeros momentos”.
Un ejemplo de esto, dijo, es la “startup” (o empresa con grandes posibilidades de crecimiento) canadiense Bluedot, que desde diciembre del 2019 y antes que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pronosticó la propagación del virus y su transición a pandemia.
Actualmente, esta herramienta procesa cada 15 minutos la información generada en los hospitales que atienden la evolución de los pacientes contagiados, comentó Lazcano.
Considerando factores como el clima en tiempo real, la densidad poblacional, el proceso de incubación y afectación de virus, cruzando datos con la movilidad de vuelos internacionales e incluso sobre muertes infecciosas en animales, obteniendo como resultado una predicción certera del crecimiento de la infección y por lo tanto, otorgando información valiosa para que las autoridades sanitarias puedan anticiparse a ella.
“Esta ‘startup’ ha cumplido maravillosamente con su finalidad de alertar a tiempo y ayudar a tener un mejor entendimiento de cómo se esparce el virus”.
Tiempo atrás, Google habría dado al mundo otra prueba de que contar con información de calidad es crucial, cuando en el 2014 decidió cerrar la página Flu Trends, pensada como su nombre lo indica, para alertar sobre la propagación de la influenza.
“En este caso se cometió el error de contabilizar las consultas de síntomas por regiones para realizar su cálculo de infecciones, pero no contaban con la curiosidad humana, por lo que la información era errónea.
“Esto nos dejó una lección de colaboración con datos fidedignos, porque no tenemos una cultura de la información, aunque ese es un tema que merece ser tocado aparte”.