Al fin está aquí, luego de seis años de espera y un retraso que le dolió a muchos, la franquicia más grande de los Xbox Game Studios volvió para retomar su lugar como uno de los mejores shooters del mercado.
Con una experiencia multiplayer que nos regresó a vivir los mejores momentos de nuestras primeras experiencias online en consolas y la campaña más ambiciosa de su historia, 343 Industries logró algo que parecía muy complicado; darle nueva vida a una saga que perdió un poco de su identidad en el mundo de los videojuegos pero que mantiene una base importante de fans que sigue este universo en diversos formatos y medios.
El año extra de trabajo le cayó de perlas a Infinite que visualmente se ve hermoso, con un estilo de arte que nos recuerda más a la primera trilogía que lo que vimos en la entrega pasada, pero que sorprende cuando verdaderamente quiere flexionar sus músculos.
343 prefirió inclinarse por la fluidez del juego, algo crucial para un shooter, que por una apariencia hiperrealista. El juego corre en 1080p a 120fps en Series X y 60fps en Series S en el modo rendimiento, mientras que lo hace en 4K, 60fps y 1080p 30fps en modo calidad respectivamente.
Las cinemáticas de la campaña corren in-engine pero sin sacrificar calidad cinematográfica, con tremendos movimientos de cámara, grandes actuaciones y sin cortes en las conexiones con el gameplay, algo que hace sentir que la saga dio un salto a la modernidad y las cualidades esperadas de los juegos AAA de la actualidad.
El gran cambio de Infinite y la más ambiciosa de sus promesas es entregarnos el primer Halo en mundo abierto de la franquicia, pero 343 lo ha afrontado de forma diferente a como lo veríamos en juegos de este estilo.
El mapa es grande, pero no de las proporciones que veríamos en un Far Cry, por ejemplo. Esto se debe a que a pesar de la libertad que se te otorga como jugador para explorar y descubrir nuevas actividades, las misiones principales son el hilo conductor de la aventura.
Es difícil hablar de la trama de Halo Infinite sin caer en los spoilers, si han estado emocionados por este lanzamiento y esperan con ansias la continuación de esta historia, es probable que hayan puesto mucha atención a los trailers previos al lanzamiento y tengan una idea de la premisa.
El Piloto de un Pelican varado en el espacio encuentra a la deriva al Jefe Maestro y al reanimarlo se dirigen a Zeta Halo para encontrar “El Arma” que terminó con la guerra: una inteligencia artificial diseñada por la Dra. Halsey con la única intención de neutralizar a Cortana.
A pesar de que El Arma lo logró, aún queda el peligro de los Desterrados, que han tomado posesión del anillo para reconstruirlo y que se aliaron con una nueva amenaza: el Heraldo.
La misión nos llevará a descubrir la identidad del Heraldo y los motivos de esta unión; a su vez conoceremos la historia detrás de El Arma y El Piloto y ultimadamente, el destino final de Cortana y la conexión de esta saga con Halo Reach.
Está claro que 343 no puso freno alguno para contar una nueva historia, pues está dirigida 100% a los fans de hueso colorado de la franquicia, con momentos que evocan el lore profundo de este mundo y una conexión directa a Halo: Shadows of Reach, la última novela de la saga.
Sin embargo los primerizos no tendrán problema en adentrarse a esta historia, no solo por el fuerte gancho del gameplay, también por la gran cantidad de información adicional y lore que se puede encontrar en las misiones secundarias y registros de audio que se pueden coleccionar.
Cada subsección del mapa está diseñada para ser el área donde se desarrolla un nuevo elemento de la trama; puedes llegar a ignorar los extras o de verdad intentar terminar con todos y cada uno de los marcadores disponibles para darle un poco más de contexto y sazón a la misión.
Desde liberar bases, hasta terminar con torres de comunicación, los tipos de actividades no son nada fuera de lo común, pero no llegan a aburrir por tener términos de completación diferentes y enfrentamientos entretenidos cada una en lo que parecen ser mini arenas dentro de las áreas abiertas, con mucha atención al detalle para cambiarte la jugada justo cuando crees que se tratará de la repetición de una tarea anterior.
Y por supuesto que la recompensa de ir por el 100% es subir de nivel las mejoras, utilizando los núcleos de spartan que encontrarás explorando el mapa u ocultos en áreas recónditas de las misiones lineales.
No es sorpresa que el punto más fuerte de Infinite es su gameplay, los que ya jugaron el multiplayer entenderán que la sensación de los disparos y movilidad da justo en el clavo, algo que en la campaña se maximiza por la necesidad de experimentar e intercambiar armas para hacer más daño a enemigos específicos y la posibilidad de usar las habilidades especiales del Jefe Maestro a placer.
El lanzador de garfios se convierte en una herramienta crucial no sólo para moverse a través del gran mapa y llegar a las partes elevadas de las bases y arenas, sino también para enfrentarse a las hordas de enemigos que normalmente encuentran la manera de flanquearte.
La combinación de responsabilidad del control, vibración, sonidos y visuales resultan en gran satisfacción querer continuar la batalla y eliminar enemigos una y otra y otra vez.
Además, las otras mejoras como el sensor de amenazas y muro portátil son indispensables para superar a más de uno de los jefes del juego y también uno que otro reto en el mundo abierto que puede tornarse más difícil de lo que parece si no se utilizan las herramientas correctas.
A pesar de que el área abierta podría parecerle visualmente blanda a algunos, las secuencias en los corredores y arenas de las zonas más lineales de la campaña lucen increíbles, con reflejos, partículas y efectos dignos de la nueva generación de consolas, algo que se resalta en los combates contra jefes y escenas de acción.
Jugar exclusivamente las misiones principales de Halo Infinite me tomó 10 horas, pero el porcentaje de completación quedó en apenas 22%, con más de una docena de Bases de Operaciones Avanzadas por recuperar, núcleos que encontrar, valor que ganar y cosméticos de multiplayer por descubrir, la rejugabilidad es muy alta en la aventura más extensa del Jefe Maestro hasta la fecha.
Probablemente la nota más alta de Halo Infinite es su audio; los sonidos del mundo, los efectos de cada arma, las explosiones y diálogos están mezclados a la perfección para el deleite de tus oídos y engrandecen la experiencia del combate en el que te adentras con otro de tus sentidos, todo esto mientras de fondo suena uno de los mejores soundtracks del año.
La música de Halo siempre ha sido una de las joyas en la corona de Xbox y la forma en que es utilizada en Infinite es sorprendente, cada combate se vuelve épico con tan solo escuchar la orquestación de fondo que siempre está ahí, subiendo y bajando su intensidad dependiendo de lo que esté sucediendo en el gameplay.
Mientras que en los momentos importantes de la campaña escucharemos los temas clásicos de la saga con nueva vida, para darle el merecido impacto histriónico que esta trama merece, pero sin faltarle el respeto a su legado, más bien, engrandeciéndolo.
El trabajo en el doblaje también es notable, con las impecables interpretaciones de Raúl Anaya y Erica Edwards que regresan como el Jefe Maestro y El Arma para acarrear el peso de la campaña, con sus interminables interacciones y gran química. Pero también un tremendo cast de acompañamiento liderado por Arturo Castañeda como el Piloto y todas las voces de los enemigos que no paran de comunicarse entre ellos en el combate y hacerle saber al Jefe que van por él con cientos de líneas que van de las temibles hasta las graciosas.
Halo Infinite es uno de los paquetes más completos que Xbox ha entregado en sus exclusivas de los últimos años y verdaderamente se siente como una experiencia premium que compite de tú a tú en el rango AAA del mercado. Con cientos de horas para invertir en los modos online y alrededor de 30 para conseguir el 100% en el modo de un solo jugador, es difícil creer que el aspecto multijugador del título es totalmente gratuito, mientras que la campaña llegará día 1 a la suscripción de Game Pass.
La nueva aventura del Jefe Maestro es un título imperdible para los fans de la saga, inclusive para aquellos que dejaron de jugar luego de Halo 3 y los nuevos adeptos se encontrarán con un amplio universo que en Infinite ata el nudo más importante de la segunda trilogía y sienta las bases para un futuro prometedor, una nueva historia, una nueva lucha.
