Cuando alguien dice “FIFA”, lo más probable es que la mente de la mayoría vaya hacia el título de simulación futbolística que por años ha sido una de las franquicias más importantes en el mundo de los videojuegos, un monstruo en ventas con fans que ven la reta virtual como una parte fundamental de su afición deportiva. Ese mito termina este año con FIFA 23, el último en compartir el nombre con la asociación antes de convertirse en EA FC el próximo año.
A pesar de que este lanzamiento marca el final de una era, las adiciones al juego se sienten como las sólidas bases de lo que EA intentará construir en el futuro y la oportunidad de oro para hacernos notar que lo más importante es el juego por si mismo.
FIFA 23 ha expandido su sistema de crossplay y ahora los jugadores en la última generación de consolas y PC podrán jugar entre sí, con los gamers en PS4 y Xbox One en otra canasta, además llega por primera vez el fútbol femenino de clubes, con la adición completa de las ligas inglesa y francesa, con poderosos equipos como Lyon o figuras como Sam Kerr.
Además dos Copas Mundiales de la FIFA estarán englobadas en este juego, con Qatar 2022 este fin de año y Australia 2023 el próximo verano y las infaltables Champions League, Europa League, Libertadores, Sudamericana, Premier League, La Liga Santander, Bundesliga, Ligue 1 y Serie A.
En temas de jugabilidad, el sistema de física HyperMotion ha evolucionado a su segunda versión y entrega más autenticidad a los movimientos de los jugadores y un realismo sin precedentes a la forma en que reacciona el balón a los toques, disparos y desvíos.
También se ha agregado la mecánica de los disparos de poder, en la que los jugadores deberán presionar ambos triggers antes de disparar para entrar en una animación especial con cámara sobre el hombro en la que es posible controlar con mayor precisión el tiro, pero que te deja abierto a una rápida reacción de la defensa.
Con cambios a los tiros libres y penales, FIFA sigue mejorando de a poco en cada lanzamiento y sigue siendo el juego de fútbol por excelencia, además es una muy buena forma de despedir a la franquicia en año mundialista.
