El Día del Padre puede ser difícil para aquellos que no cuentan a quien celebrar o agradecer en vida, por ello te brindamos unos consejos para sobrellevar este duelo.
“Cuando sufrimos una pérdida ya no somos los mismos. Las pérdidas son experiencias muy personales; cada individuo tiene diferente grado de resiliencia, que consiste en la capacidad para superar situaciones difíciles o traumáticas, para enfrentarlas.” señaló Patricia Solís González, especialista del Instituto Mexicano de Tanatología.
Como en los cambios repentinos, nos enfrentamos a diferentes etapas, las cuales son negación, ira, enojo, depresión, negociación y por último la aceptación.
Solís señaló que todas las pérdidas son parte de un proceso, el duelo oscila entre un año y medio o dos aproximadamente, la persona experimenta un suelo satisfactorio cuando piensa en el fallecido sin sufrimiento.
Cada duelo es único
El proceso que tiene una persona podrá ser similar, pero nunca igual, ya que las relaciones entre padre e hijo varían. Por ello es importante que cada persona acepte su sentir y busque maneras de gestionarlo. Ó si tienes algún conocido que esté pasando por este proceso, no lo fuerces a sobrellevarlo como tu lo hiciste si ves que no está funcionando.
Apoyo Social
Rodearte de buenas personas, siempre es beneficioso, pues te ayudan a motivarte y a estar contigo en aquel momento tan difícil. En ocasiones es complicado buscar cómo apoyar a la persona, pues uno no sabe que pueda decirle, o como ayudarlo, por eso es importante expresar tus necesidades.
Tiempo
Ante una muerte repentina es aún más difícil aceptar que la persona se fue, por eso el tiempo en asimilarlo juega en contra, se siente muy surreal, como si fuera un sueño, hasta que uno está de pie frente al ataúd es cuando comienza a volverse real.
Como mencionamos anteriormente, la muerte es un proceso natural, sin embargo, no por este hecho quieras acelerar el proceso tuyo ó el de los demás, cada persona lo enfrenta de diferente manera.
Deja atrás el “hubiera”
Cuando un suceso así, sucede de golpe, algunos comienzan a cuestionarse y por ende a culparse, o a arrepentirse por cosas que nunca se le dijo al ser querido o que no alcanzaron a decirse, aquello se puede canalizar en una carta ó un poema.
Apoyo profesional
Cuando la tristeza no se va, o sientes que es muy profunda y dolorosa, opta por buscar ayuda profesional, ya sea con un psicólogo ó de ser necesario con un psiquiatra.
Solís señaló que todas las pérdidas son parte de un proceso, el duelo oscila entre un año y medio o dos aproximadamente, la persona experimenta un suelo satisfactorio cuando piensa en el fallecido sin sufrimiento.