Una historia que comenzó en la sala de los abuelos y se trasladó a los grandes escenarios del mejor béisbol del mundo, es el motivo de orgullo para toda la familia de Valente Bellozo, lanzador mexicalense que hizo su debut en Grandes Ligas con la novena de Marlins de Miami.
La emoción de haber formado parte del inicio de la aventura de Valente en la Major League Baseball (MLB) es algo indescriptible para Agustín Pacheco y Ana María Hernández, abuelos de Valente, pues el verlo en el centro del diamante a sus 24 años de edades es un sueño hecho realidad.
En una entrevista exclusiva con La Voz de la Frontera, Agustín Pacheco mencionó que en cuanto se enteró de la noticia de que su nieto haría su debut en la gran carpa ante el equipo de Kansas City no se lo pensó dos veces y emprendió su viaje para estar presente en ese momento.
“Cuando me llamó mi hija y me dijo vente, inmediatamente me puse a arreglar todo para irme a Kansas. Es una emoción indescriptible, estamos muy orgullosos de él y siempre queremos que le vaya muy bien”, compartió el abuelo de Valente.
Valente Bellozo lanzó 5 episodios de 2 imparables sin carrera y un par de chocolates para irse sin decisión.
“Le fue muy bien, hizo un labor extraordinario y se le reconoció, no parecía que estaba debutando, estaba seguro al entrar y salir del campo”, dijo Agustín, quien aprovechó para mostrar una de las pelotas que utilizó Valente durante el juego, la cual fue un obsequio de su nieto.
“Al final del juego se me acercó y me dio esta pelota, le pedí que me la firmara y le pusiera la fecha para que me crean que si es original. Esta pelota es algo invaluable para mí, la voy a cuidar mucho”, expresó.
Por otro lado, Ana María recordó los momentos en los que le tocó cuidar a su nieto, pues en su casa aprendió a dar sus primeros pasos, y a lanzar las primeras pelotas.
“Aquí en mi casa se ponía a aventar las pelotas, lo dejábamos en su corral y de ahí lanzaba todas para afuera. Es un niño muy noble, tiene muy bonito corazón y se merece lo que le está pasando, y aunque era muy miedoso, logró superar todo”, compartió la abuela de Valente.
Después de todos los traslados a los entrenamientos y partidos, los viajes a torneos y tener que vender comida para solventar gastos, para los abuelos de Valente fue un sacrificio que valió la pena, pues ahora pueden ver reflejado el trabajo de su nieto, de cual esperan que pueda cumplir todas sus metas y objetivos.