Fue el 1 de agosto del 2021 cuando México y el mundo conoció la historia de Aremi Fuentes, la halterista cachanilla que le regaló al país entero un momento inolvidable en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al conquistar una medalla de bronce.
Este logro no solo marcó un día inolvidable en su carrera, sino que también resonó profundamente en el corazón de millones de mexicanos.
En la competencia de halterofilia, categoría de 76 kg, Aremi levantó un total de 245 kg, repartidos entre 108 kg en arranque y 137 kg en envión. Cada levantamiento fue un testimonio de su fuerza, determinación y dedicación.
Al asegurarse un lugar en el podio, Aremi no solo celebró una victoria personal, sino que también demostró el poder de las mujeres mexicanas en el deporte.
“Lo único que pasó por mi mente fueron todos los sacrificios que hice, todo lo que pase para superar psicológicamente todo lo que me estaba pasando”, compartió Aremi.
A pesar de no contar con su entrenador durante la competencia, Aremi hizo lo necesario para salir adelante, tomando todas las dificultades para convertirlas en oportunidades de mostrar su fortaleza.
En su regreso a tierras mexicalenses, Fuentes Zavala fue recibida por cientos de mexicalenses en el aeropuerto, algo que agradeció mucho ya que no lo esperaba.
Su legado perdurará en la historia del deporte mexicano, motivando a niñas y jóvenes a seguir sus pasos y a luchar por sus propios sueños con la misma valentía y determinación.