La escuela del beisbol

Estar en las Ligas Menores es un proceso en el que los peloteros siguen en aprendizaje diario no solamente en el ámbito deportivo

Gilberto Girón | La Voz de la Frontera

  · miércoles 13 de mayo de 2020

Hernández se fogueó en la LMP jugando con Charros la temporada pasada | Cortesía Charros

Antonio Hernández está cerca de cumplir los 21 años, su carrera como lanzador en las Ligas Menores empieza y tras su experiencia en la temporada pasada con Charros de Jalisco en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), todo ha sido aprendizaje.

El pelotero que se formó en las filas de los Pumas del Campestre en la Liga Félix Arce y que la temporada pasada cumplió uno de sus grandes sueños al debutar en la pelota invernal, se encuentra aún en la etapa de desarrollo.

Si alguien creía que ir a jugar beisbol profesional en las Ligas Menores era solamente entrenar y jugar, se equivoca. Estar en una organización de Grandes Ligas es una escuela de todos los días. En lo deportivo, en lo cultural y en la vida.

Hernández está actualmente en Guadalajara en confinamiento por la pandemia del coronavirus, pero en cuanto empiece la reactivación de las Ligas, volverá a su equipo para continuar con el proceso.

Cortesía | Charros

El psicólogo deportivo y fotógrafo, Felipe Zavala, considera crucial el soporte mental para los deportistas después de la cuarentena | Cortesía Redes

“Mi primer año fue de mucho aprendizaje, en República Dominicana también se habla español, pero mucho más rápido, te das cuentas de las condiciones en las que viven, hay mucha pobreza y el asunto de la comida que también suele ser difícil”, dijo.

Los peloteros que están en las Ligas Menores, además de entrenar y jugar, reciben clases de inglés y también asisten a un campamento cultural para adaptarse mejor a las ciudades a las que serán enviados.

Fuimos durante diez días en Arizona, nos enseñan inglés, nos llevan a diferentes lugares para saber cómo pedir las cosas, la comida, algún accesorio, además que en Dominicana siempre teníamos todos los días clases de inglés

Y junto a toda esa adaptación cultural, le ha tocado toparse con otra realidad de Estados Unidos: El racismo. Ser latino puede significar ser víctima del rechazo o malos tratos de compañeros, cuerpo técnico o en la calle.

Hay veces que sí te topas con compañeros que son racistas, coaches también, pero mientras tu andas en tu mundo, entrenando y no demuestres nada, todo bien. Si hay un poco de racismo. El latino vive el beisbol y lo disfruta, ellos no, son más serios

LA ERA DE LAS ESTADÍSTICAS

Otro aspecto al que ha tenido que adaptarse en este proceso es al de seguir estudiando. Ahora son números, estadísticas y bateadores.

Los jugadores tienen acceso a un aplicación en la que pueden estudiar las fortalezas y sobretodo las debilidades de los rivales y antes de cada juego reciben un reporte estadístico sobre los bateadores que enfrentarán.

Estudiamos bateadores y uno mismo como pitcher, en Estados Unidos se usa mucho eso, cómo estudiar a unos bateadores, sus debilidades y fortalezas, su tipo de swing. Eso ayuda mucho para saber cómo lanzarle a cada uno