Con el propósito de conquistar la copa en un torneo amistoso en Hungría, la jugadora bajacaliforniana Jocelyn Urías se unió a las filas de un nuevo equipo en el viejo continente y, con su talento, contribuyó al triunfo del CSM Lugoj.
La capitana de la selección mexicana, tras un extenso viaje desde Rumania, llegó a tiempo para disputar los encuentros más decisivos del torneo, venciendo a sus oponentes y alzándose con el título, el primero en el inicio de la pretemporada en Europa.
A pesar del largo trayecto, Jocelyn Urías demostró ser una atleta de alto rendimiento, una cualidad que la ha consolidado como una de las mejores jugadoras de México. Su aporte fue crucial para bloquear los ataques de sus adversarias, además de sumar puntos con sus ofensivas en la red, inclinando la balanza a favor de su equipo en las semifinales y la final, ambas ganadas en tres sets consecutivos.
Jocelyn comenzó su trayectoria competitiva en la Olimpiada Nacional, donde se llevó la medalla de oro durante los seis años en los que participó. En 2015, la mexicana partió a Estados Unidos para jugar con los Cougars de Washington State, equipo en el que permaneció hasta 2019.
Posteriormente, se trasladó a Dubái para continuar su carrera, aunque solo estuvo tres meses debido a la suspensión de la temporada por la pandemia. Después, emigró a Europa, integrándose al Haro Rioja de España. Más recientemente, formó parte del equipo CSM Târgoviște, con el que ganó la Copa de la Liga de Rumania junto a sus compañeras.
Actualmente, busca conseguir todos los títulos en Rumania y tener un gran desempeño en la "Challenger Cup", competición en la que su equipo logró clasificarse la temporada pasada.