Entusiasmada por su próximo compromiso, Ivett Edith Hirales está a punto de lograr su objetivo, participar en un Mr. Mexicali.
Reconoce que le costó horas de entrenamiento, alimentación saludable y algunas decepciones, al adentrarse el deporte del músculo, se dio cuenta que era lo más complicado que ha realizado en su vida deportiva.
A punto de subir al escenario en el Teatro del Estado, el próximo 28 de julio, menciona que ha sido afortunada por el apoyo de su esposo e hijos.
“Toda mi vida he hecho ejercicio, pero hace unos tres años, asistí a un evento de fisiculturismo y vi a las atletas y dije ‘quiero estar ahí algún día’, y traté de hacerlo pero me di cuenta que es una disciplina muy difícil, es un deporte muy arduo, es un deporte que no lo puedes hacer tu solo, tienes que tener el apoyo de tu familia, entrenadores, y me puse el reto, éste es el tercer año, y se me va a cumplir, entro como novata, me he preparado lo mejor posible, en lo emocional, espiritual, físico, me siento bien conmigo misma”.
Con trayectoria en el futbol, “kick boxing” y arrancones de autos, enfrenta el que considera su mayor reto.
“Soy una bendecida, porque se refleja el trabajo en el cuerpo, pero es un trabajo en equipo, sin el apoyo de mi esposo y mis hijos no podría, me ayudan bastante, mi hija es bailarina de ballet, porque en las rutinas es fisiculturismo pero con ballet, a veces llego cansada y me dicen aquí está la comida, mi esposo me ayuda también”.
Además de dedicarle tres o cuatro horas previo a la competencia, también trabaja en la High School de Calexico como maestra de inglés.
“A pesar de todas las adversidades, me enamoré de este deporte, yo voy para adelante, depende claro de los jueces, la gente, la mente vuela y me veo en un Mister Olimpia”, declara con seguridad.
Con sus 40 años, luce una figura delgada y con músculos fuertes y torneados, producto de su trabajo, asesorada por el entrenador Heriberto Delgado en el gimnasio FLX.
También cuenta con las indicaciones de la entrenadora Ericka Love a quien acude a consultar a San Diego, California.
“Yo no sabía ni cómo llegar a pararme, he aprendido muchas cosas, me enseñó a posar, sé que me falta mucho”.