Una gran actitud y un carisma increíble, son unas de las tantas cualidades que posee Marvin Loya, nadador mexicalense que ganó tres medallas, una plata y dos bronces, en la reciente edición de los juegos “Paranacionales CONADE 2021”, celebrados en Cancún, Quintana Roo.
Un ejemplo de superación y una historia digna de un guión de película, que le pone la piel de gallina a más de uno cuando la escucha narrada por el mismo. Marvin sufrió un accidente automovilístico en su propia casa el 10 de julio del 2015, lo cual le provocó varias lesiones en su cuerpo, una de ellas la pérdida de su brazo derecho.
“Comencé a entrenar en agosto de este año, me siento muy contento y la verdad no me la creo todavía, después de todo lo que pase me pone muy feliz todo lo que estoy viviendo”, comentó el joven mexicalense.
En tan solo tres meses entrenando, Marvin se ha convertido en una gran promesa de la natación, “No me imaginaba nadando, pero ahora que lo hago, uno de mis sueños es llegar a unas Paralimpiadas, es una meta que quiero lograr”, aseguró.
El joven de 14 años también es aficionado del fútbol, y comenta que lo sigue practicando, pero ahora en menor medida debido a que entrena 3 horas diarias de lunes a sábado en el Centro Acuático de la Ciudad Deportiva, pero cuando le queda tiempo para descansar de natación le gusta jugar en la posición de defensa.
Marvin se llevó una medalla de plata en 100 metros dorso de la categoría 13-15 años, y dos medallas de bronce en 50 y 100 metros libres de la reciente competencia nacional disputada en Cancún.
“Tal vez si pueda hacer una carrera profesional con la natación, pero primero son mis estudios, si se dan las cosas pues adelante pero nunca dejare el estudio”, comentó Marvin, quien también compartió que le gustaría dedicarse a los medios de comunicación en el futuro, ya que le gusta mucho hablar en público.
“Cuando me subo al banco si me pongo un poco nervioso, pero me tranquilizo, y al momento de aventarme al agua no pienso en nada más que dar lo mejor de mí, eso es lo que dice mi entrenador, que haga lo que sé hacer y con eso todo saldrá bien”, compartió el joven alumno de Luis Carlos Villalobos.
“Mis medallas se las dedico primeramente a Dios por dejarme vivir y por estar aquí, en segundo a mi familia por apoyarme y aconsejarme, y en tercero a mis entrenadores y a la ciudad deportiva por darme la oportunidad de entrenar aquí”, comentó Marvin.
A pesar de su edad, Marvin denota una gran madurez y una capacidad impresionante para levantarse ante la adversidad. “Mi consejo para los niños que sufren alguna discapacidad es que no pasa nada, tenemos que aceptarnos como somos porque la vida sigue, no porque estemos así valemos menos”, concluyó.