Ya pitó, la sexta fue la vencida, Cruz Azul logró su primer triunfo en casa y lo hizo de forma atroz.
La Máquina por fin lució aceitada y arrolló sin piedad a los Tuzos. 8 minutos de lucidez celeste y fragilidad hidalguense bastaron para sentenciar el juego en el Azul. Walter Montoya, Felipe Mora y Ángel Mena se encargaron de desarmar a los Tuzos y dejar el banquete para que Edgar Méndez y de nuevo Mena terminaran la obra.
El cuadro cementero ganó tras casi dos meses de no hacerlo y está listo para quitarse definitivamente su cruz. La Máquina volvió a las vías correctas, se reencontraron con su gente y esperan no perder la ruta en busca de la Liguilla.
Pumas es su siguiente rival. Pachuca lució débil y quebrado, Diego Alonso, sus jugadores y la directiva tuza tienen que sentarse a platicar.
EL PARTIDO
Qué máquina, Cruz Azul no esperó ni la primera estación para comenzar pitar, el cuadro celeste atropelló a los Tuzos de forma exprés. Walter Montoya, con gran maniobra individual, abrió el marcador en el Azul.
El argentino, luego de 10 jornadas, dio un chispazo de su mejor futbol. Las calderas celestes permanecieron encendidas, Felipe Mora no esperó más y aprovechó la fragilidad de la zaga hidalguense, para empujar el balón tras un desborde de Méndez. Pachuca lució quebrado, el equipo tuzo sólo observó el balón de un lado a otro sin poder acariciarlo.
El “Dedos” López, Alexis Peña, Oscar Murillo y el “Many” García no pusieron resistencia, los espacios en su área fueron enormes. Cruz Azul aprovechó el pésimo juego de los Tuzos para pitar de nuevo.
Mena, completamente solo en el área, venció por tercera ocasión a Blanco.
El cronómetro todavía no llegaba a los 10 minutos y la Máquina ya había liquidado el cotejo, “cruzazulearla” no estaba en el guión.
El equipo celeste siguió encima, la Máquina no dejó despertar a los hidalguenses, Mena y Mora pisaron de nuevo el área, pero sus remates pasaron desviados. Diego Alonso, al verse contra las cuerdas, ingresó a Franco Jara, al técnico de los Tuzos no le importó debilitar más a su zaga en busca de una reacción.
La presencia de Jara al frente provocó que Cruz Azul fuera más precavido, Pachuca, de a poco, equilibró el juego.
El juego ofensivo de los Tuzos comenzó a aparecer, Honda y Gutiérrez tejieron algunas jugadas de peligro. Cruz Azul disminuyó su velocidad, Caixinha optó por ser inteligentes y buscar incrementar el marcador con letales contragolpes.
Pachuca intentó aprovechar esa baja de potencia celeste para exigir a Corona, Jara y Sagal, con tiros en el área, estuvieron cerca de anotar.
Los Tuzos ya eran sólidos y peligrosos, sin embargo en ese momento el árbitro mandó a todos a descansar.
EL COMPLEMENTO
Al volver al campo Cruz Azul volvió a tener el control del juego, Diego Alonso no esperó más y decidió darle minutos al “Tucu” Palacios. Pachuca fue más insistente, pero sin tanto orden, la Máquina esperó paciente para volverlos a herir.
Ya con todo resuelto, Caixinha sacó a Montoya para ingresar a Javier Salas, el técnico celeste buscó enfriar el cotejo. Alonso, ya desesperado, recurrió al “Chaco” Giménez para intentar entrar al juego. Christian fue recibido entre aplausos.
Los nuevas piezas encajaron mejor en el esquema celeste, Méndez aprovechó la tibia marca de los Tuzos para marcar el cuarto tanto de la tarde.
Pachuca nunca tuvo defensa, los hidalguenses siguieron con los brazos abajo y Mena lo aprovechó para colocar un tanto más. La masacre se consumó. Caixinha le dio ingreso a Velázquez y Cauteruccio para cerrar el cotejo.
El resto del cotejo fue de felicidad celeste y desesperación tuza. La Máquina movió el balón de un lado a otro en busca de otro tanto. El reloj avanzó rápido, Cruz Azul no pudo aumentar la “manita”, pero se fue satisfecho. La Máquina por fin pitó en casa y lo hizo de forma contundente.
