Cruz Azul parece ir en picada y con dirección a un nuevo fracaso si es que no viene una reacción de su parte en lo que queda del torneo.
Perdieron en casa ante unos Tigres que supieron levantarse de un gol tempranero en contra para venir de atrás y llevarse tres puntos que los tienen en la Liguilla.
Los Cementeros comprometieron la “Fiesta Grande” con el 1-2 adverso que los obliga a ganar en Morelia si es que no quieren depender de otros y apuntar a un torneo más sin finales en La Noria.
Decidido a olvidar el trago amargo de media semana en la Copa y aferrarse a seguir dentro de la zona de Liguilla, Cruz Azul plantó cara a un Tigres plagado de individualidades de peso en su once, pero que colectivamente no fue más que los locales en cuanto la pelota se puso en marcha.
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