Finalizan polémicos olímpicos de Río 2016; Tokio 2020 ya entusiasma

Agencia AFP

  · domingo 21 de agosto de 2016

Foto: AFP

Después de Río, Tokio espera unos juegos seguros ytranquilos en 2020

Tokio acogerá la próxima gran cita del deporte mundial en2020, ya se entusiasma: sus Olimpiadas serán seguras, fiables ytranquilas... alejadas de las peripecias brasileñas.

La prensa japonesa no se privó de destacar la serie de robos yagresiones que enturbiaron un poco la gran fiesta en una ciudad queenfrenta niveles crónicos de inseguridad y violencia urbanaalimentados por el narcotráfico y la pobreza, los temores ligadosal virus del Zika o los problemas en las instalaciones de la VillaOlímpica.

"No hay calma en el frente de los robos", escribió la agenciade prensa Jiji, haciendo un balance de víctimas japonesas: nuevedurante la primera semana.

Los aficionados presentes en la ciudad carioca matizaron sinembargo esta imagen. "En Japón la gente piensa que Brasil es unpaís peligroso, pero en realidad es maravilloso, la comida esdeliciosa y los habitantes acogedores", dijo Kazunori Takeshima,citado el viernes por el diario en inglés Japan Times.

Demasiado educados para criticar a los actuales anfitriones, loshabitantes de Tokio prefieren ensalzar las ventajas de su ciudad."Tiene todo, y es una ciudad muy segura", afirma Toshiyasu Furuya,de 45 años.

Capital de la tercera economía mundial, la dinámicamegalópolis asiática de 35 millones de habitantes garantiza (ocasi) calles sin rateros, trenes puntuales, limpieza impecable yuna hospitalidad a toda prueba ("omotenashi").

- Sospechas de sobornos -

Japón puede también presumir de la ausencia de huelgas ymanifestaciones y de sus raros escándalos políticos, unaestabilidad que contrasta con la telenovela gubernamentalbrasileña.

"Estaré encantada si en 2020 la gente se marcha de Tokiodiciendo cuán contenta está de haber descubierto Japón", diceAkiko Sasanuma, de 79 años, mientras mira los Juegos de Rio en unapantalla gigante instalada en un parque de la capital.

Los japoneses recuerdan todavía los Juegos de 1964, quemarcaron el regreso del archipiélago al concierto de naciones yapoyaron su reconstrucción tras la derrota de 1945. Esta vezmuchos ven la oportunidad de dar juventud y vigor a un país endeclive, tanto demográfica como económicamente.

A cuatro años de la gran cita, Japón acumula sin embargo losreveses. El estadio olímpico todavía no está construido,después de que se abandonara el proyecto original consideradodemasiado caro. La nueva estructura de acero y madera ideada porKengo Kuma fue diseñada sin lugar para el pebetero que acogerá lallama olímpica. Entre otros problemas, los organizadores tuvieronque cambiar el logotipo de los Juegos, porque el diseñador elegidofue acusado reiteradas veces de plagio.

Más grave aún, la designación de Tokio frente a Madrid eEstambul en 2013 está opacada por sospechas de sobornos que estánsiendo investigadas por la justicia francesa.

- El temor de un megasismo -

Tras esta serie de escándalos, Yuriko Koike -elegidagobernadora de Tokio a finales de julio tras la dimisión de YoichiMasuzoe- anunció la creación de una comisión para controlar lapreparación de los Juegos, y limitar un aumento de costos.

"Cuando Japón tiene una deuda pública aplastante querepresenta alrededor del 245% del PIB, los Juegos Olímpicos de2020 podrían ser un duro lastre si los costos se disparan",estimó Robert Whiting, autor de libros sobre Japón, en unreciente artículo de opinión publicado en la prensa.

Además, Japón no está a salvo de un atentado como el ataquecon gas sarín en el metro de Tokio del 20 de marzo de 1995,incluso si los riesgos son considerados menos importantes que enEuropa.

Y no se puede excluir un acto repentino de un desequilibradocomo la matanza que se registró en 2008 en el barrio electrónicode Akihabara o, más recientemente, en un centro paradiscapacitados de la región.

Aunque preparada para los terremotos, Tokio vive por otro ladocon la angustia de un gran terremoto en la capital, cuyo gobiernodice que hay un 70% de posibilidades de que se produzca en lospróximos 30 años. Incluso con un epicentro más lejano, la ciudadresultaría afectada.

Y para terminar, un pequeño parte meteorológico: En pleno mesde agosto, cuando los tifones se encadenan en Asia, lastemperaturas superan fácilmente los 30 o 35 grados a la sombra,con una humedad superior al 80%. "Esta fue la razón que llegó aaplazar los Juegos de 1964 al mes de octubre", recuerda Whiting,preocupado de los "riesgos" para los atletas.

Brasileños con sentimientos encontrados al término deOlimpiadas

La mayor parte de los brasileños piensa que los JuegosOlímpicos hicieron más daño que bien a su país pero al mismotiempo están orgullosos de la imagen que proyectaron en elextranjero, según una encuesta publicada el domingo.

El sondeo de Ibope, publicado por el periódico Estadao, mostrólos sentimientos mixtos que hay en Brasil después de haber sidoanfitrión de los primeros juegos de verano en Sudamérica.

El 62% de los encuestados dijo que los juegos fueron másnegativos que positivos para el país, mientras que el 57% opinóque promovieron la imagen internacional de Brasil.

Sobre la forma en que se desarrollaron los Juegos Olímpicos,42% consideró que bien o excelente, 30% dijo que más o menos y24% que pobremente.

La encuesta fue levantada entre el 11 y el 15 de agosto cuandolas Olimpiadas, que terminan este domingo, se encontraban a mediocamino.

Marcia Cavallari, directora de Ibope Inteligencia, consideróque los resultados "ambiguos" se explican en parte por que losjuegos en Brasil se celebran en momentos en que el país pasa porsu peor recesión en décadas.

"Ellos no ven claramente los beneficios que el país puedeesperar con eventos de esta magnitud", dijo Cavallari a Folha.

"Hay un apoyo mayoritario (a los juegos), pero hay dudas sobreel uso del dinero público destinado a eventos de esta naturalezacuando hay otras prioridades, especialmente considerando la crisiseconómica", apuntó.