Con una larga y prolífica trayectoria en el jiu-jitsu y taekwondo, Marcos Andrew Navarro subió al encordado el pasado 5 de marzo como boxeador profesional por primera vez para noquear en el tercer asalto a Juan Antonio López en el Salón CTM de San Luis, Río Colorado.
Navarro, cinturón negro en taekwondo por la Federación Mundial de la disciplina, ha sido campeón mundial de jiu-jitsu en tres ocasiones por la Asociación Norteamericana de Grappling (NAGA por sus siglas en ingles) y cuando surgió la oportunidad para debutar profesionalmente como boxeador en Peso Crusero, no lo pensó dos veces.
“Crecí viendo a Julio César Chávez y a Óscar de la Hoya con mi padre, siempre ha sido un sueño mío entrenar y pelear como boxeador profesional en mi amado México” dijo Navarro, quien se preparó para el combate con el entrenador cachanilla Eduardo “Lalo” Pérez, ex campeón Peso Súper Pluma y conocido por su victoria sobre Jeff Mayweather en 1996.
“Antes que nada, quiero darle toda la gloria a Dios por la victoria en mi debut como profesional en el boxeo… ya sea en la MMA o en el boxeo, quiero dejar las manos de México marcadas en cualquier parte del mundo donde pelee”, mencionó el nacido en Brawley, de ascendencia mexicana.
La cachanilla y medallista de plata en el Campeonato NAGA, Fanny Gutiérrez, habló sobre la experiencia de entrenar con Navarro por los últimos 5 años y verlo saltar al boxeo, “creo que su aguante e inteligencia lo distinguen dentro y fuera del ring, es emocionante ver sus peleas porque tiene la potencia para noquear en los primeros rounds”.
Con ya un triunfo por la vía del cloroformo en su carrera como boxeador profesional, será interesante ver hacia dónde se encamina el talento de Marcos Navarro, que también deberá mantenerse vigente en las artes marciales.