El boxeo cachanilla se hizo sentir en Mérida, Yucatán, donde Israel "Azulito" Ramírez demostró por qué es uno de los máximos exponentes de la disciplina al defender exitosamente su título supergallo de la Federación de Boxeo de América del Norte (NABF) tras vencer a Ángel Talavera por nocaut técnico en el segundo round.
Ramírez, quien superó la báscula con un peso de 54.70 kilogramos, llegó al combate confiado pero concentrado en concretar con éxito la tercera defensa de su cinturón. Desde el inicio de la pelea, el mexicalense tomó el control con su velocidad y precisión, conectando combinaciones que marcaron la diferencia en el cuadrilátero.
Fue en el segundo asalto cuando Talavera decidió no continuar con la pelea, ya que el castigo recibido en el primer capítulo había sido muy intenso, dejando su nariz como una de las zonas más afectadas.
"Estoy agradecido con todo mi equipo y mi familia, me esforcé bastante este año y aquí están los resultados”, compartió el peleador mexicalense en una entrevista al finalizar el combate.
Con respecto a los objetivos del próximo año, Ramírez mencionó que no tiene en mente a algún rival en específico, pues está dispuesto a pelear contra quien sea.
“La verdad yo peleo con el que me digan, hay que trabajar más fuerte y seguir aprendiendo, el próximo año va a ser muy duro, yo acato órdenes”, expresó el oriundo del Polideportivo.
Con este triunfo, Israel Ramírez reafirma su lugar como campeón NABF y como uno de los nombres a seguir en la categoría supergallo, abriendo la puerta a futuros retos que podrían catapultarlo al escenario internacional.
Espericueta no pudo
Otro mexicalense presente en la cartelera de Mérida fue Ramón Espericueta, quien cayó derrotado por Jesús Arechiga con un contundente nocaut en el segundo episodio.