El mundo del béisbol despidió a uno de sus íconos más grandes, Fernando Valenzuela Aguamea, la leyenda mexicana de los Dodgers de Los Ángeles y un símbolo del deporte nacional, falleció a los 63 años tras permanecer hospitalizado en Los Ángeles, California.
El jugador, nacido en noviembre de 1960, dejó un legado imborrable en el béisbol tanto en México como en las Grandes Ligas, donde su nombre se convirtió en sinónimo de grandeza y su peculiar lanzamiento, el "screwball", en un sello de su autoría.
SU PASO EN GRANDES LIGAS
Valenzuela debutó en las Grandes Ligas en 1980 con los Dodgers, tuvo una carrera de 18 años en la Gran Carpa; durante sus primeras 11 temporadas con el equipo angelino, se consolidó como uno de los mejores lanzadores de su generación, gracias a su destreza y su estilo inusual.
Desde su primera apertura, en la que no permitió carreras a los Astros de Houston, nació el fenómeno conocido como "Fernandomanía", un movimiento que no sólo transformó el béisbol, sino que unió a la comunidad latina en Estados Unidos en torno a su figura.
Uno de los momentos más destacados de su carrera ocurrió en el Juego 3 de la Serie Mundial de 1981, cuando Valenzuela lideró a los Dodgers a una victoria crucial frente a los Yankees de Nueva York.
Esa actuación cimentó su lugar en la historia del béisbol, ayudando a su equipo a conquistar el campeonato de ese año.
EN LA LIGA MEXICANA DEL PACÍFICO
Tras dejar las Grandes Ligas en 1997, donde jugó su última temporada con los Cardenales de San Luis, Valenzuela regresó a México para continuar su carrera en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP). Participó con equipos como los Naranjeros de Hermosillo y los Mayos de Navojoa, antes de unirse a los Charros de Jalisco en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
CON LOS ÁGUILAS DE MEXICALI
Su última etapa como profesional la vivió con los Águilas de Mexicali, equipo con el que lanzó durante tres temporadas consecutivas, de 2004 a 2007.
Fue precisamente con este equipo, Águilas de Mexicali, un 20 de diciembre de 2006, cuando hizo su última aparición como pitcher en un juego profesional, cerrando así un capítulo inolvidable para el béisbol mexicano.
El anuncio de su intención de volver a los 44 años para lanzar en la LMP fue recibido con entusiasmo por los fanáticos, quienes lo vieron lanzar en la temporada 2005-2006 con la novena emplumada.