La carrera Racing for Boobs detonó la práctica del fuera de camino entre las mujeres.

Desde hace seis años, eran pocas las mujeres que tomaban un volante de un “off road” o incluso se aventuraban a dominar una peligrosa moto de cuatro o dos ruedas.

Para Cinthia Armenta Leor, de apoyar a su esposo en su afición, pasó a tomar un vochito en la Clase 5-1600 del equipo Kendall y ahora disfrutan juntos su pasión por las carreras.

La madre de dos mujeres, de 19 y 14 años, menciona que ser mamá es una de sus satisfacciones más importantes en su vida.

“Para mí ser mamá es una de las satisfacciones más importantes en mi vida, porque de esta manera me siento más completa”.

Ahora como madre de familia transmite su pasión por el fuera de camino, incluso sus dos hijas prácticamente están a un paso de acompañarla en sus recorridos.

“Mi primera carrera fue en Racing for Boobs, llevo 5 años y en este 2019 gané en la clase 5-1600”.

Su interés empezó justo cuando su esposo Errol Villa la invitó a que participara en Racing for Boobs.

“Me apasiona, me gusta, al principio fue por la causa de ayudar a Mujeres que Viven, luego ya experimente la adrenalina, mi esposo es corredor, ahora es el mismo lenguaje, él me invitó a que corriera.

“Como a él le apasionaba esto, quería me que gustara a mí, por lo que me llevó a conocer la pista, a dar una vuelta, ahí empecé a emocionarme, empecé de cero.

“Es muy apasionante, me preparo, hago ejercicio para tener fuerza en los brazos”.

Ahora, el deporte le permite compartir más cosas con su esposo y ahora con sus hijas.

Cinthia agregó que el “off road” es un deporte que une a las familias y ha consolidado amistades con otras mujeres que recientemente empezaron a pilotear.

“Me cambio la perspectiva, ahora lo apoyo más, involucro a mis hijas, antes corrían los hombres, participamos en la de Hechicera y Kendall Motrix y puedes hacerlo de forma familiar, ahora hay más comunicación”.

En el futuro cercano sus hijas estarán junto a sus padres viviendo la emoción de la velocidad y los retos que ofrece el desierto.

“Me gustaría que se apasionaran, lo hacemos para disfrutarlo, la sensación de controlar el carro, y de esa manera seguimos todos con ese ambiente, la menor también dice ´ya estoy lista´, tal vez el próximo año”.