Manuel Torres; el arte de la fotografía y la danza contemporánea

El Centro Estatal de las Artes de Mexicali recientemente homenajeó al bailarín y coreógrafo mexicalense por sus 40 años de trayectoria en la danza

Alejandro Márquez / Colaboración para La Voz de la Frontera

  · domingo 4 de agosto de 2024

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El Centro Estatal de las Artes de Mexicali recientemente homenajeó al bailarín y coreógrafo mexicalense Manuel Torres por sus 40 años de trayectoria en la danza. Como parte de este merecido homenaje los artistas fotógrafos Odette Barajas, Erika Gutiérrez, Edgar Meraz, Rubén Diaz, Julio Morales y Alberto Reyes y el dibujante de Rafael Zamarripa, presentaron una exposición donde el protagonista, el modelo, es el mismo homenajeado. “

Es un honor qué para ellos, los fotógrafos, yo sea importante para plasmar la historia y lo que el cuerpo expresa, o lo que yo pueda ofrecerles para que ellos comuniquen a través de mi cuerpo. La danza es una diciplina etérea que solo ocurre en el momento, entonces la fotografía viene a capturar ese cuerpo, ese movimiento, y deja para la historia el instante de lo que sucede en el tiempo y el espacio, que es irrepetible.”

Manuel Torres desde niño bailaba en fiestas familiares, en la primaria y en la secundaria; empezó con la danza folclórica que continuó en la preparatoria y que lo hacía sentir “impresionantemente feliz con lo que hacía”, a pesar del “bullying”, sobre todo en secundaria donde ganó un premio regional.

“Yo quería bailar en todos los teatros… y entonces conocí a Carmen Bojórquez en la Casa de la Cultura quien me introdujo a la danza contemporánea. Salía de la prepa y me iba a la Ciudad Deportiva porque además estaba en la selección de atletismo, y de ahí me iba a la Casa de la Cultura, y todo este recorrido lo hacía en camión”.

Destaca una fotografía que se volvió icónica, pues en su momento causo gran revuelo entre la sociedad conservadora de esta capital por su contenido visual: un hombre y una mujer desnudos de cuerpo entero, de espaldas, entrelazados en un movimiento coreográfico armónico.

Personalmente me toco ver gente arrancando y tirando a la basura los carteles con dicha imagen. Abundaron notas periodísticas y denuncias en noticieros locales de televisión y radio, todo un suceso que se vivió en aquellos años. “En su momento nos sorprendimos, fue para el sexto festival creo, en los noventas, no hace tanto, fue un escándalo, ¿qué está pasando? nos decíamos, en una ciudad como Mexicali, ya para entonces llena de artistas.

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Pero lejos de inhibir al público, fue todo lo contrario, generó tanto morbo que tuvimos la mayor asistencia que los festivales anteriores, y desde entonces se ha incrementado. La fotografía trasciende, ayuda enormemente a plasmar lo que sucede en el momento y lo deja para la posteridad. En la danza, la fotografía es parte fundamental para uno como ejecutor.

Una exposición impensable para un espacio público y de gobierno unos quince, veinte años atrás, de unos artistas fotógrafos que rompieron reglas y el “status quo”, que no temieron ni se negaron e hicieron lo que mejor saben hacer, jugar con la belleza del cuerpo humano en armonía con la luz y el espacio.

Admirador de Rudolf Nuréyeb (Francia 1938 – 1992), Mijaíl Barýshnikov (Union Soviética 1948) tomo clases con los mejores maestros del Ballet Nacional, Ballet Teatro del Espacio y de la Compañía de Ballet Independiente de México, a quienes también admira.

Brincó el charco y llego hasta Hungría y Corea, vivió en Nueva York y San Francisco. Un artista extraordinario que traspasa fronteras, que se ha ganado éste y muchos otros reconocimientos y por ende tiene ya un lugar preponderante en la historia del quehacer cultural y artístico de Mexicali, de Baja California, de México.

“Creo que es importante reconocer la trayectoria del artista local, que los reconocimientos se den en vida, y no porque sea yo, hablo por todos. Mexicali tiene gente muy talentosa y lo he visto en todas las áreas del arte a lo largo de mi carrera. A Mexicali se le conoce primero por la plástica y luego por la danza. Nosotros, como Paralelo 32, pusimos a Mexicali en el panorama nacional e internacional de la danza”. “Soy el primer hombre en Baja California que se dedicó profesionalmente a la danza, tumbé muchos tabúes como el que la danza es solo para las mujeres. Te enfrentas a muchos no: no porque eres gordito, no porque eres morenito, no porque eres chaparrito, no porque eres gay, no porque no lo eres, no porque no tienes talento. A mí me dijeron que nunca iba a bailar, que no iba a ser nadie. Recibí el premio al mejor bailarín a nivel nacional en 1995, me hacen este homenaje, se han hecho muchas exposiciones con fotografías mías, he realizado muchas presentaciones y giras. Mucha gente me pregunta que si soy tan famoso y tan premiado por qué estoy aquí, yo les digo que más bien que ya regresé. Mi sueño me rebasó y quiero compartir lo aprendido con la gente de mi tierra, de mi ciudad, de mi país.”

“Estudie la Licenciatura en Danza, después de hacerlo de manera independiente y libre. Pareciera que la academia te limita y te hace dudar sobre lo que amas hacer porque te somete a ciertas reglas, pero las reglas se hicieron para romperse, tú decides si las sigues o no. Lo que te enseña la academia es la historia, lo que se ha hecho, como y quienes lo han presentado, pero el trabajo creativo es personal, después de haber aprendido todo, ¿qué harás con eso?, ¿continuar?, ¿romper? ¿haces algo nuevo?, ¿construir en base a lo aprendido? La academia son las reglas, las formas y las normas, depende de ti como aplicarlas. Faltan espacios para que tanto talento, sobre todo en la danza, tengan donde expresarse, donde dar a conocer su propuesta, su proyecto. Es muy importante y necesario que “los maestros”, los anteriores a nosotros, los que nos abrieron el camino y dejaron galerías, teatros, bibliotecas, casas de cultura, tengan su espacio y se les reconozca, promueva y exhiba, pero también hay que darle la primera oportunidad a los nuevos, a los jóvenes. Y eso es lo que busco y quiero hacer.”