Antes que se construyera la vía del ferrocarril Sonora-Baja California, de 1928 a 1952 se utilizaban para el transporte de pasajeros desde Nogales, Santa Ana y Sonoyta hasta San Luis Río Colorado y Mexicali, las antiguas “diligencias”, automóviles y camiones adaptados para dar cabida a diez o más personas con las incomodidades o peligros contra la vida de quienes se atrevían a cruzar el desolado y temible Desierto de Altar o de Sonora, como también es conocido.
¡MÁS FÁCIL Y MÁS SENCILLO! SUSCRÍBETE NUESTRA EDICIÓN DIGITAL AQUÍ
El escritor Ramón Noriega Rascón en su libro “Historias y narraciones del viejo San Luis Río Colorado. Un puente a nuestro pasado” contó que en mayo de 1940, al iniciar el servicio normal de trenes entre Mexicali y Puerto Peñasco, con un tren mixto impulsado por una locomotora diesel eléctrica y motovía para 45 pasajeros blanca, que le decían “La Paloma”, bajó considerablemente la demanda de diligencias hasta que finalmente desaparecieron con la pavimentación de la carretera federal 2 en 1960, cuando quedó concluida.
Para proporcionar el servicio del ferrocarril a la población de San Luis se establecieron las correspondientes estaciones de Riíto y Luis B. Sánchez.
RECIBE NOTICIAS DIARIAS EN TU CELULAR, ÚNETE A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM
FILMARON PELÍCULA BASADA EN ESTA OBRA
Ramón Noriega señaló que el 20 de marzo de 1937 empezó el trazado del primer tramo del ferrocarril Sonora-Baja California al que en un tiempo se le nombró ferrocarril “Fuentes Brotantes-Punta Peñasco”.
Precisamente en este tramo, perdidos en el desierto perecieron por sed y el ardiente calor de la canícula: El ingeniero Jorge López Collada, los cadeneros José Sánchez Islas y Jesús Torres Burciaga, así como el chofer Gustavo Sotelo, quienes trabajaban rectificando el trazo del ingeniero Franco, el 2 de julio de 1937.
López Collada y sus ayudantes murieron entre el 3 y 5 de julio de 1937. El cadáver del ingeniero Collada fue llevado a la Ciudad de México, donde se le hizo un merecido homenaje antes de sepultarlo. Tanto el chofer como los cadeneros que lo acompañaban eran personas de la región.
Cabe destacar que en México se filmó la película “Viento negro”, inspirada en la tragedia de 1937, pues narra la muerte del ingeniero Jorge López y su brigada de topografía.
CONCLUYEN TRABAJOS EN 1948
El 29 de diciembre de 1944 se fundó el poblado Luis B. Sánchez y se convirtió en la principal comisaría del municipio gracias al pionero agrícola, ingeniero Luis Beltrán Sánchez, quien donó 87 hectáreas en el kilómetro 57 del ferrocarril Sonora-Baja California.
Noriega Rascón relató que la construcción de la línea se continuó desde Puerto Peñasco hasta Benjamín Hill, pero al entrar Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, la realización de la vía prácticamente se suspendió, ya que el material férreo se surtía de esa nación, todos los recursos se destinaron a la fabricación de equipo bélico.
Cuando terminó la guerra, los trabajos prosiguieron y en junio de 1946 se reanudó el tendido de rieles, abriéndose dos frentes en sentido opuesto, uno a partir de Puerto Peñasco y el otro que salía de Benjamín Hill hacia el Oeste. De esta forma, el 16 de diciembre de 1947 las dos vías hicieron contacto en el kilómetro 327 a partir de Mexicali, punto cercano a Benjamín Hill.
Antes de construir el tramo del ferrocarril que va de Benjamín Hill a Puerto Peñasco, el recorrido de Puerto Peñasco a Santa Ana se hacía de forma muy penosa por medio de camiones de pasajeros y carga y automóviles. En esos años hubo movimiento de campesinos originarios de Michoacán trasladados por barco vía Puerto Peñasco hacia los valles de Mexicali y San Luis Río Colorado.
Por último, precisó que la inauguración oficial del ferrocarril Sonora-Baja California ocurrió el 7 de abril de 1948 en Benjamín Hill con el presidente de México, Miguel Alemán y el gobernador de Sonora, general Abelardo L. Rodríguez.Antes que se construyera la vía del ferrocarril Sonora-Baja California, de 1928 a 1952 se utilizaban para el transporte de pasajeros desde Nogales, Santa Ana y Sonoyta hasta San Luis Río Colorado y Mexicali, las antiguas “diligencias”, automóviles y camiones adaptados para dar cabida a diez o más personas con las incomodidades o peligros contra la vida de quienes se atrevían a cruzar el desolado y temible Desierto de Altar o de Sonora, como también es conocido.
El escritor Ramón Noriega Rascón en su libro “Historias y narraciones del viejo San Luis Río Colorado. Un puente a nuestro pasado” contó que en mayo de 1940, al iniciar el servicio normal de trenes entre Mexicali y Puerto Peñasco, con un tren mixto impulsado por una locomotora diesel eléctrica y motovía para 45 pasajeros blanca, que le decían “La Paloma”, bajó considerablemente la demanda de diligencias hasta que finalmente desaparecieron con la pavimentación de la carretera federal 2 en 1960, cuando quedó concluida.
Para proporcionar el servicio del ferrocarril a la población de San Luis se establecieron las correspondientes estaciones de Riíto y Luis B. Sánchez.