De niño dibujaba y de adolescente hizo grafiti y arte urbano, historia similar a la de muchos otros talentos cachanillas desconocidos de su generación. Pero a Fernando (Méndez) Corona le cambió el destino cuando al estar pintando uno de esos murales, le ofrecieron una beca en el Instituto Estatal de Bellas Artes en Mexicali y aprovechó la oportunidad. Ahí tomó clases con el maestro Eduardo Auyón Gerardo (Cantón, China, 1935 - Mexicali, Baja California, 2015) y conoció a otros artistas de su generación con quienes formó colectivos y decidió que el arte era lo suyo. Se fue a estudiar a Seattle, Washignton y es ahí donde “decidí tomar la alternativa.”
El arte de Fernando (Méndez) Corona no se parece ni se remonta a nada ni a nadie. Transita entre lo ingenuo -o naive- y lo figurativo, entre el arte popular y el comic, entre el expresionismo y el realismo, entre la vanguardia y el surrealismo, en fin, no tiene un estilo definido y por lo mismo es una pintura muy propia y personal… “Creo que he aterrizado en lo que se denomina asalto estético emocional, donde lo que busco es dar un golpe de primera intención a las fibras más sensibles, primero mías y después de la gente que lo quiera o pueda percibir. Busco como ciertos lugares o ciertas cosas que no son tan evidentes pero que están ahí y todo mundo puede relacionarse con ellas.”
Forma parte de la generación de artistas que, a inicios del presente siglo, invaden la ciudad con su arte/mural urbano pintando donde se pudiera -o donde los dejaran- sin ninguna regla, técnica o tema específico, simplemente por el gusto de pintar y dejar plasmado su arte… “Para mi fue muy natural ese proceso, yo era grafitero en los noventas, pero más artístico, y ese fue el pretexto. En esos años hubo un movimiento internacional llamado ¨stret art¨ o arte callejero y eso me atrajo. Pero más que hacer murales, fue el hacer arte, tomarle una foto y estar en cualquier parte del mundo a través del internet. Duré un rato en ello, pero luego me aburrió; aproveche y disfrute la experiencia, pero no estoy encasillado o casado ni es lo mío, pero si lo tengo como otra de las opciones con las que cuento actualmente para expresarme.”
Fernando Corona se ha adaptado exitosamente a su tiempo y circunstancia y aprovecha la exposición que ofrecen las redes sociales para promover, difundir e inclusive comercializar su arte. “Las redes sociales son básicas, es ahí donde se mueve todo, bien manejadas son una valiosa herramienta de promoción y venta. Creo que ya no se ocupan tanto de las galerías, promotores o “art dealers” para vender, siguen existiendo y son necesarias, pero el mercado actual como tal está en las redes. Es una ventaja que actualmente tenemos los artistas.”
Independent es la más reciente exposición de Fernando (Méndez) Corona, compuesta por 25 obras de mediano y gran formato realizadas en los últimos cinco años y que se presenta hasta el 15 de julio en la Sala de Exhibición del Edificio CEDHUS de CETyS Universidad en esta ciudad capital. Al respecto, el propio artista nos comenta: “Trata sobre esa libertad creativa que hay actualmente. No le rindo tributo a nada ni a nadie, es muy, muy personal. En ella trato de buscar, inconscientemente, esa conexión con el enfoque emocional del espectador y el mío propio, sacándole la vuelta a los lugares comunes y tratando de encontrar ciertos lenguajes, seguir en la búsqueda. Me gustaría que la gente al ver esta obra, se cuestione o se sienta identificada, que conecte con ella. Yo pienso que seguiré desarrollando un lenguaje propio y no quedarme a gusto en una sola forma de ver y hacer las cosas. Me gusta estar en movimiento, en constante cambio, seguir cuestionándome a mí mismo, no quedarme en paz"
Como muchos artistas de cualquier disciplina, Corona combina la producción plástico/visual con la docencia, siendo maestro de artes plásticas en el CEART Mexicali donde imparte talleres de pintura, dibujo y técnicas mixtas. Consciente de ello y en base a su experiencia personal, tiene una postura muy firme y analizada sobre la academia actual… “En mi caso me fue bien, me ayudó a concretar muchas ideas que traía. De niño rechacé la academia y esta me rechazo por completo, no nos entendimos. Creo que hay artistas que no encajan en ella y también la academia rechaza cierto tipo de arte y artistas. No estoy tan seguro que sea tan necesaria como tal. Es buena herramienta si te habla a ti, si te sirve para poder desarrollarte y, aunque tiene sus ventajas, no todos necesitan una carrera de artes para ser artistas. Tengo libertad de catedra, manejo una educación horizontal donde me enfoco mas en el individuo y no tanto en el grupo, y trato de potencializar a los alumnos más comprometidos, con talento. A ellos se les empuja a que saquen todo. Tuve la fortuna de toparme con un espacio independiente llamado Mexicali Rose, donde empezaron a vernos en todo el mundo, por eso creo que el esfuerzo independiente es el futuro del arte aquí y en todos lados. Si alguien hace las cosas con voluntad, empuje y busca rascarse con sus propias uñas, puede lograr más.”