/ martes 28 de julio de 2020

Dr. Alderete: Un artista que no juega el juego del arte

Al artista argentino no le interesa si sus obras son reproducidas por otros, pues le enorgullece devolver algo a la cultura popular, de la que se inspiró


Aliens, vaqueros, chicas, monstruos y personajes de otros mundos son parte del universo gráfico que el Dr. Alderete ha creado desde hace más de dos décadas, cuando el diseñador gráfico e ilustrador llegó a México para abrirse camino en una escena cultural subterránea que en ese momento se estaba desarrollando en la Ciudad de México.

Fue en la capital de este país, donde el argentino desarrolló su propuesta visual, que encontró un buen espacio en ese ámbito, en el que también comenzaban a surgir bandas, principalmente de surf rock, además de foros y diversos personajes que le estaban dando fuerza y sentido a esa nueva movida cultural.

Buena parte de la identidad visual de las propuestas que han surgido en este entorno desde entonces, lleva la firma de este artista siempre inquieto y propositivo, con quien platicamos largo y tendido acerca de su propuesta, que hoy ya es plenamente identificable en cientos de portadas de discos, miles de flyers, afiches y propagandas; decenas de exposiciones, galerías y algunos libros en los que ha recopilado su trabajo.

En cuanto comenzamos a platicar sobre las técnicas gráficas que utiliza, Alderete asegura que lo que las unifica a todas es que están pensadas en la reproducción, y se apresura a contarnos cómo es que decidió privilegiar la posibilidad de sentirse a gusto con lo que hace, por encima de jugar el juego del arte.

“Mi formación es de Diseño Gráfico, entonces siempre que hago mi trabajo lo pienso en esos términos. Rara vez lo pienso en función del fetiche de la pieza única, del objeto, el cuadro o la pintura… y me preocupa cada vez menos. En algún momento me importó, porque así es como se mueve el mundo del arte, pero fue también reconocerme y decir: 'Esto es lo que soy, lo que sé hacer y lo que me gusta'”.

¿Cómo ha tratado la pandemia de Covid-19 al Dr. Alderete?

Bien, en términos generales... Volví al estudio en mi casa y a encerrarme a dibujar. Pensé que sería difícil conectarme y ponerme a hacer algo; en algún momento temí estar conectado todo el día al televisor, pero fue algo muy natural, y que siempre me ha funcionado, porque el dibujo es como una especie de terapia… Me encerré a dibujar, y dibujé muchísimo.

Imagen: Cortesía Dr: Alderete

Imagen: Cortesía Dr: Alderete

Imagen: Cortesía Dr: Alderete

Imagen: Cortesía Dr: Alderete

UNA DÉCADA DE VÉRTIGO

“Lo mismo nos pasó con la galería: nunca jugamos el juego del arte contemporáneo ni el de estar en ese mercado, porque nos interesaba más conocer gente que hiciera cosas que nos gustaran, y que quisiéramos compartir… Siempre fuimos un poco outsiders; no participamos en ferias, salvo algunas muy particulares, y tampoco seguimos las reglas que deberíamos haber seguido”.

Alderete habla de Vértigo, la galería que abrió en 2010, en la colonia Roma de la Ciudad de México, y en la que presentó decenas de exposiciones y propuestas durante una década, hasta que en julio pasado anunció su cierre, en medio de la contingencia por la pandemia de Covid-19.

“Decidimos cerrar el espacio físico, al menos por ahora. Siempre fuimos una galería pequeña y una situación como esta nos permite tomar decisiones rápidas, antes de que la cosa nos juegue en contra. Fue una decisión muy natural y lógica, dado este panorama que no sabemos bien cuándo terminará, porque aunque mañana nos dijeran que ya podíamos abrir, dijimos: 'Ok, ¿pero quién va a ir a la galería? ¿Quién tiene ganas de ir a encerrarse a un lugar con más gente?' No tomamos la decisión sin haberla pensado y sin que nos doliera, pero es momento de replegarnos y de ver cómo nos armamos con el futuro”.

"Acabábamos de cumplir 10 años, y nos reíamos, porque abrimos justo con el AH1N1 y cerrábamos con el Covid, era como un ciclo, tomémoslo así".

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

LA IMPORTANCIA DEL HUMOR

Alderete reconoce que una parte fundamental de su trabajo son cierto sentido del humor y de lo lúdico.

“Siempre trato de que me divierta de alguna forma; disfrutar el proceso para mí es muy importante… El humor a veces es un poco oscuro, un poco cínico, pero siempre está muy presente, y juega un factor importante dentro del discurso”.

En su caso, tanto el sentido del humor como las características técnicas de su obra, que se alejan de lo real y se acercan más a lo ficticio, por tratarse de dibujos e ilustraciones, le permiten retratar prácticamente lo que quiera, incluso mujeres con poca ropa o desnudas, sin que las buenas consciencias se alarmen ni las redes sociales lo censuren. Algo que no puede hacer, por ejemplo, un fotógrafo.

“Sí… hay veces donde sí, específicamente estoy hablando de sexo, pero hay otras donde la mujer está desnuda nada más porque, ¿por qué no? ¿Por qué no podría? Me da risa que te puedes saltar todos los filtros y mandatorias de las redes sociales que te dicen qué se puede mostrar y qué no. Nunca me he preocupado por eso y nunca me han bajado una imagen. Al final, si muestro los pezones de una mujer, no dejan de ser dos círculos de color…”

Jorge dice que es una ridiculez que dibujar a una mujer desnuda en acuarela sea censurable, pero dibujarla con tinta china no: “Es una gran doble moral, porque más allá de si yo estoy hablando de sexo o no, ellos sí están hablando de sexo al interpretar cualquier cuerpo de mujer desnuda como sexo… Y no necesariamente es así”. Además de dedicarse a la ilustración, Alderete comenta que también ha trabajado con diversos tipos de materiales de las artes plásticas y como animador independiente para televisoras.

“Eventualmente me meto con cosas más físicas, de tres dimensiones y demás.

Al día de hoy, me siguen pidiendo cosas de luchadores (pero) yo ya no estoy en ese lugar… Es válido que me lo sigan pidiendo, pero que yo acepte hacerlo ya es otra cosa

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

No es mucho lo mío, pero es una de las ventajas de esta profesión, que me deja experimentar y jugar, moverme de lugar… sin mucha restricción".

-¿Te has cansado de alguna técnica o diseño que quizá te estén pidiendo demasiado?

-A veces me pasa que me canso y me muevo de lugar estéticamente o gráficamente, pero no reniego de lo que haya sucedido. Con algunas imágenes me pasa que, cuando las veo pienso que jamás volvería a hacerlas, pero si esa imagen sigue teniendo vida más allá de la que yo le di, cuando se la apropia otra gente y la usan para otras cosas, también lo disfruto porque esa obra ya tiene vida propia… Me ha pasado con muchas… Al día de hoy, me siguen pidiendo cosas de luchadores, que era algo que estaba muy presente en mi trabajo cuando llegué a México, hace 20 años… Pero yo ya no estoy en ese lugar. Que me lo sigan pidiendo es válido, pero que yo acepte hacerlo ya es otra cosa.

-¿Cuál es tu trabajo que mejor ejemplifica esa vida propia de una obra?

-Una que ha sido muy solicitada es una que hice hace 20 años, de un luchador con una especie de sagrado corazón. Me la han pedido para que sea portada de revistas de diseño en Francia; portada de libro en otra parte de Europa; ha sido imagen para festivales de música en Nueva York, para posgrado de Antropología en México. También ha tenido apropiaciones donde yo me entero sin que me hayan consultado, como que la imagen se vuelva imagen de una taquería en Texas o de otra taquería en Durango. He encontrado pinturas en acrílico sobre tela de trabajos míos pintados, que los ha hecho un pintor anónimo y que las venden; es raro, y muchos me dicen: '¿No vas a demandar?' No se trata de eso… Si mi trabajo es el punto de partida del trabajo de alguien más, bienvenido, de eso se trata, esto se tiene que compartir… Más allá de molestarme, digo: 'Si mi trabajo se nutrió tanto en algún momento de la cultura popular, que la misma cultura popular ahora lo reinterprete me encanta'.

Después de tantos años relacionándose de diversas maneras con muchos músicos, no es de extrañarse que Jorge Alderete también terminara inmiscuido en una banda de rock. En este caso, de rock y cumbia psicodélica: Sonido Gallo Negro.

Una asociación a la que primero se integró sólo para hacer dibujos en vivo que se proyectan en las pantallas durante sus presentaciones, y posteriormente también tocando el theremin.

-Muchos nos sorprendimos de que tu primera banda fuera una de cumbia y no de punk rock…

-Sonido Gallo Negro no deja de ser una banda de rock o de punk… Pero lo mismo que te sorprendió, nos sorprendió a todos. Si un año antes de que existiera SGN me hubieran preguntado si íbamos a tener una banda de música tropical psicodélica te hubiese dicho: 'No, jamás…' Y de repente nos encontramos ahí, interpretando esa música, y fue como de lo más natural del mundo, de decir: 'Ok, de acá somos'; y también es aprender a reconocerte latinoamericano, reconocer todas esas cosas que nos influencian viviendo aquí, de las cuales muchas veces renegamos. Y sí, sobre todo a los primeros shows de Gallo Negro, iban punks con crestas, rockeros y gente que jamás hubieses imaginado bailando cumbia en primera fila… quizá ahora tiene su público más homogéneo.

“A veces también es como sacarnos un poco los prejuicios de encima. Si algo he aprendido, sobre todo en mi carrera gráfica, es que lo mejor que me puede pasar es no tener prejuicios, porque me puedo acercar a cualquier tema libre de lo que la gente espera que yo diga, y lo puedo reinterpretar como yo realmente quiera y eso hace la obra de uno más rica, lo mismo pasa con la música; lo más natural hubiese sido que hubiesen hecho una banda de garage, una banda de surf, pero ¿lo más natural para quién?”

-Debes de trabajar cada vez más por encargo... ¿Has tenido que rechazar ofertas de trabajo?

-Afortunadamente hoy los encargos que acepto son aquellos en los que estoy convencido de que puedo aportar algo y donde hay una comunión con el proyecto, más allá de la transacción económica. Pero también he rechazado propuestas, ya sea por posturas políticas o cuando todo está muy maquilado desde la industria. De esos proyectos me alejo, porque para mí la música es otra cosa: creo en la música como forma de expresión, como forma artística.

"También he rechazado trabajos con marcas con las que no estoy de acuerdo ideológicamente, pero sólo les digo: No, gracias… sin meterme en discusiones. Siempre trato de tener mucho cuidado".

Lo mejor que me puede pasar es no tener prejuicios, porque me puedo acercar a cualquier tema, libre de lo que la gente espera (…) y eso hace la obra de uno más rica


Imagen: Cortesía Dr. Alderete

-¿Qué haces cuando hay un bloqueo creativo?

-No sé ahora en la pandemia… Antes lo que hacía mucho era salir de mi computadora; charlar con la gente, ir a un bar, tomar unas cervezas. Antes mucho de mi trabajo estaba inspirado en el entorno, la verdad no sé cómo lo encararía, ahora que esa no es una posibilidad tal cual. Ahora, aprovechando esta situación, el proyecto que estoy haciendo tiene que ver con eso: No quería dibujar directamente a los médicos o los cubrebocas, esa nueva realidad… Son algunas escenas de un universo que empecé a dibujar; comencé a imaginarme un mundo ficticio, una distopía de lo que vendrá o no… Cuando me di cuenta tenía hechas como 80 ilustraciones en el primer mes de pandemia, y esas imágenes se las di a una amiga escritora de Argentina, Mariana Enríquez. Le mandé todo el material y le dije: 'Acá tengo ilustrado un libro… pero el libro no existe', por lo que ella está escribiendo ahora el libro, al revés de lo que suele suceder, ya que desde las imágenes está empezando a hacer la narración.

Alderete nos cuenta que otros artistas de otras disciplinas y de otros países se están sumando al proyecto, que se está convirtiendo en proyecto multidisciplinario en el que cada quien está trabajando desde su respectivo encierro y agrega: “Quizá la forma de inspiración ahora es esa: buscar en las otras disciplinas, apoyarte en otros colegas, en otros géneros, en otras cosas, empezar a decir 'Ok, estamos todos atravesando lo mismo, en algún punto como humanidad nos está atravesando a todos, ¿qué vamos a hacer con todo esto?'”

-¿Cuál ha sido el mayor logro del Dr. Alderete?

-No sé… Es imposible de que yo lo dimensione. Ahora que anunciamos el cierre de la galería, de repente nos llegaron mensajes como: 'La primera vez que fui a Vértigo, era muy chico y me llevó mi papá… y después estudié esto'. Ahí es donde el ciclo empieza a cerrar y decíamos: 'Ok, lo que hacíamos sí llegaba a la gente, sí tiene un destinatario más allá de lo que nosotros conocemos y de nuestro círculo'. Hay un montón de personajes anónimos a los que esas cosas los marcaron de alguna forma. Y con mi trabajo espero que pase de alguna manera lo mismo; lo intuyo cuando algún chico me dice que compró hace 10 años mi libro y que por eso se dedicó a esto, y me muestran las cosas que hacen, y digo: 'Ok, esto le está llegando a la gente que le tiene que llegar'. Quizá los logros van más por ahí, que por decir que trabajé alguien por ahí… Yo creo que va más por ese lado… pero por lo mismo no lo podría cuantificar.

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

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Aliens, vaqueros, chicas, monstruos y personajes de otros mundos son parte del universo gráfico que el Dr. Alderete ha creado desde hace más de dos décadas, cuando el diseñador gráfico e ilustrador llegó a México para abrirse camino en una escena cultural subterránea que en ese momento se estaba desarrollando en la Ciudad de México.

Fue en la capital de este país, donde el argentino desarrolló su propuesta visual, que encontró un buen espacio en ese ámbito, en el que también comenzaban a surgir bandas, principalmente de surf rock, además de foros y diversos personajes que le estaban dando fuerza y sentido a esa nueva movida cultural.

Buena parte de la identidad visual de las propuestas que han surgido en este entorno desde entonces, lleva la firma de este artista siempre inquieto y propositivo, con quien platicamos largo y tendido acerca de su propuesta, que hoy ya es plenamente identificable en cientos de portadas de discos, miles de flyers, afiches y propagandas; decenas de exposiciones, galerías y algunos libros en los que ha recopilado su trabajo.

En cuanto comenzamos a platicar sobre las técnicas gráficas que utiliza, Alderete asegura que lo que las unifica a todas es que están pensadas en la reproducción, y se apresura a contarnos cómo es que decidió privilegiar la posibilidad de sentirse a gusto con lo que hace, por encima de jugar el juego del arte.

“Mi formación es de Diseño Gráfico, entonces siempre que hago mi trabajo lo pienso en esos términos. Rara vez lo pienso en función del fetiche de la pieza única, del objeto, el cuadro o la pintura… y me preocupa cada vez menos. En algún momento me importó, porque así es como se mueve el mundo del arte, pero fue también reconocerme y decir: 'Esto es lo que soy, lo que sé hacer y lo que me gusta'”.

¿Cómo ha tratado la pandemia de Covid-19 al Dr. Alderete?

Bien, en términos generales... Volví al estudio en mi casa y a encerrarme a dibujar. Pensé que sería difícil conectarme y ponerme a hacer algo; en algún momento temí estar conectado todo el día al televisor, pero fue algo muy natural, y que siempre me ha funcionado, porque el dibujo es como una especie de terapia… Me encerré a dibujar, y dibujé muchísimo.

Imagen: Cortesía Dr: Alderete

Imagen: Cortesía Dr: Alderete

Imagen: Cortesía Dr: Alderete

Imagen: Cortesía Dr: Alderete

UNA DÉCADA DE VÉRTIGO

“Lo mismo nos pasó con la galería: nunca jugamos el juego del arte contemporáneo ni el de estar en ese mercado, porque nos interesaba más conocer gente que hiciera cosas que nos gustaran, y que quisiéramos compartir… Siempre fuimos un poco outsiders; no participamos en ferias, salvo algunas muy particulares, y tampoco seguimos las reglas que deberíamos haber seguido”.

Alderete habla de Vértigo, la galería que abrió en 2010, en la colonia Roma de la Ciudad de México, y en la que presentó decenas de exposiciones y propuestas durante una década, hasta que en julio pasado anunció su cierre, en medio de la contingencia por la pandemia de Covid-19.

“Decidimos cerrar el espacio físico, al menos por ahora. Siempre fuimos una galería pequeña y una situación como esta nos permite tomar decisiones rápidas, antes de que la cosa nos juegue en contra. Fue una decisión muy natural y lógica, dado este panorama que no sabemos bien cuándo terminará, porque aunque mañana nos dijeran que ya podíamos abrir, dijimos: 'Ok, ¿pero quién va a ir a la galería? ¿Quién tiene ganas de ir a encerrarse a un lugar con más gente?' No tomamos la decisión sin haberla pensado y sin que nos doliera, pero es momento de replegarnos y de ver cómo nos armamos con el futuro”.

"Acabábamos de cumplir 10 años, y nos reíamos, porque abrimos justo con el AH1N1 y cerrábamos con el Covid, era como un ciclo, tomémoslo así".

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

LA IMPORTANCIA DEL HUMOR

Alderete reconoce que una parte fundamental de su trabajo son cierto sentido del humor y de lo lúdico.

“Siempre trato de que me divierta de alguna forma; disfrutar el proceso para mí es muy importante… El humor a veces es un poco oscuro, un poco cínico, pero siempre está muy presente, y juega un factor importante dentro del discurso”.

En su caso, tanto el sentido del humor como las características técnicas de su obra, que se alejan de lo real y se acercan más a lo ficticio, por tratarse de dibujos e ilustraciones, le permiten retratar prácticamente lo que quiera, incluso mujeres con poca ropa o desnudas, sin que las buenas consciencias se alarmen ni las redes sociales lo censuren. Algo que no puede hacer, por ejemplo, un fotógrafo.

“Sí… hay veces donde sí, específicamente estoy hablando de sexo, pero hay otras donde la mujer está desnuda nada más porque, ¿por qué no? ¿Por qué no podría? Me da risa que te puedes saltar todos los filtros y mandatorias de las redes sociales que te dicen qué se puede mostrar y qué no. Nunca me he preocupado por eso y nunca me han bajado una imagen. Al final, si muestro los pezones de una mujer, no dejan de ser dos círculos de color…”

Jorge dice que es una ridiculez que dibujar a una mujer desnuda en acuarela sea censurable, pero dibujarla con tinta china no: “Es una gran doble moral, porque más allá de si yo estoy hablando de sexo o no, ellos sí están hablando de sexo al interpretar cualquier cuerpo de mujer desnuda como sexo… Y no necesariamente es así”. Además de dedicarse a la ilustración, Alderete comenta que también ha trabajado con diversos tipos de materiales de las artes plásticas y como animador independiente para televisoras.

“Eventualmente me meto con cosas más físicas, de tres dimensiones y demás.

Al día de hoy, me siguen pidiendo cosas de luchadores (pero) yo ya no estoy en ese lugar… Es válido que me lo sigan pidiendo, pero que yo acepte hacerlo ya es otra cosa

Imagen: Cortesía Dr. Alderete

No es mucho lo mío, pero es una de las ventajas de esta profesión, que me deja experimentar y jugar, moverme de lugar… sin mucha restricción".

-¿Te has cansado de alguna técnica o diseño que quizá te estén pidiendo demasiado?

-A veces me pasa que me canso y me muevo de lugar estéticamente o gráficamente, pero no reniego de lo que haya sucedido. Con algunas imágenes me pasa que, cuando las veo pienso que jamás volvería a hacerlas, pero si esa imagen sigue teniendo vida más allá de la que yo le di, cuando se la apropia otra gente y la usan para otras cosas, también lo disfruto porque esa obra ya tiene vida propia… Me ha pasado con muchas… Al día de hoy, me siguen pidiendo cosas de luchadores, que era algo que estaba muy presente en mi trabajo cuando llegué a México, hace 20 años… Pero yo ya no estoy en ese lugar. Que me lo sigan pidiendo es válido, pero que yo acepte hacerlo ya es otra cosa.

-¿Cuál es tu trabajo que mejor ejemplifica esa vida propia de una obra?

-Una que ha sido muy solicitada es una que hice hace 20 años, de un luchador con una especie de sagrado corazón. Me la han pedido para que sea portada de revistas de diseño en Francia; portada de libro en otra parte de Europa; ha sido imagen para festivales de música en Nueva York, para posgrado de Antropología en México. También ha tenido apropiaciones donde yo me entero sin que me hayan consultado, como que la imagen se vuelva imagen de una taquería en Texas o de otra taquería en Durango. He encontrado pinturas en acrílico sobre tela de trabajos míos pintados, que los ha hecho un pintor anónimo y que las venden; es raro, y muchos me dicen: '¿No vas a demandar?' No se trata de eso… Si mi trabajo es el punto de partida del trabajo de alguien más, bienvenido, de eso se trata, esto se tiene que compartir… Más allá de molestarme, digo: 'Si mi trabajo se nutrió tanto en algún momento de la cultura popular, que la misma cultura popular ahora lo reinterprete me encanta'.

Después de tantos años relacionándose de diversas maneras con muchos músicos, no es de extrañarse que Jorge Alderete también terminara inmiscuido en una banda de rock. En este caso, de rock y cumbia psicodélica: Sonido Gallo Negro.

Una asociación a la que primero se integró sólo para hacer dibujos en vivo que se proyectan en las pantallas durante sus presentaciones, y posteriormente también tocando el theremin.

-Muchos nos sorprendimos de que tu primera banda fuera una de cumbia y no de punk rock…

-Sonido Gallo Negro no deja de ser una banda de rock o de punk… Pero lo mismo que te sorprendió, nos sorprendió a todos. Si un año antes de que existiera SGN me hubieran preguntado si íbamos a tener una banda de música tropical psicodélica te hubiese dicho: 'No, jamás…' Y de repente nos encontramos ahí, interpretando esa música, y fue como de lo más natural del mundo, de decir: 'Ok, de acá somos'; y también es aprender a reconocerte latinoamericano, reconocer todas esas cosas que nos influencian viviendo aquí, de las cuales muchas veces renegamos. Y sí, sobre todo a los primeros shows de Gallo Negro, iban punks con crestas, rockeros y gente que jamás hubieses imaginado bailando cumbia en primera fila… quizá ahora tiene su público más homogéneo.

“A veces también es como sacarnos un poco los prejuicios de encima. Si algo he aprendido, sobre todo en mi carrera gráfica, es que lo mejor que me puede pasar es no tener prejuicios, porque me puedo acercar a cualquier tema libre de lo que la gente espera que yo diga, y lo puedo reinterpretar como yo realmente quiera y eso hace la obra de uno más rica, lo mismo pasa con la música; lo más natural hubiese sido que hubiesen hecho una banda de garage, una banda de surf, pero ¿lo más natural para quién?”

-Debes de trabajar cada vez más por encargo... ¿Has tenido que rechazar ofertas de trabajo?

-Afortunadamente hoy los encargos que acepto son aquellos en los que estoy convencido de que puedo aportar algo y donde hay una comunión con el proyecto, más allá de la transacción económica. Pero también he rechazado propuestas, ya sea por posturas políticas o cuando todo está muy maquilado desde la industria. De esos proyectos me alejo, porque para mí la música es otra cosa: creo en la música como forma de expresión, como forma artística.

"También he rechazado trabajos con marcas con las que no estoy de acuerdo ideológicamente, pero sólo les digo: No, gracias… sin meterme en discusiones. Siempre trato de tener mucho cuidado".

Lo mejor que me puede pasar es no tener prejuicios, porque me puedo acercar a cualquier tema, libre de lo que la gente espera (…) y eso hace la obra de uno más rica


Imagen: Cortesía Dr. Alderete

-¿Qué haces cuando hay un bloqueo creativo?

-No sé ahora en la pandemia… Antes lo que hacía mucho era salir de mi computadora; charlar con la gente, ir a un bar, tomar unas cervezas. Antes mucho de mi trabajo estaba inspirado en el entorno, la verdad no sé cómo lo encararía, ahora que esa no es una posibilidad tal cual. Ahora, aprovechando esta situación, el proyecto que estoy haciendo tiene que ver con eso: No quería dibujar directamente a los médicos o los cubrebocas, esa nueva realidad… Son algunas escenas de un universo que empecé a dibujar; comencé a imaginarme un mundo ficticio, una distopía de lo que vendrá o no… Cuando me di cuenta tenía hechas como 80 ilustraciones en el primer mes de pandemia, y esas imágenes se las di a una amiga escritora de Argentina, Mariana Enríquez. Le mandé todo el material y le dije: 'Acá tengo ilustrado un libro… pero el libro no existe', por lo que ella está escribiendo ahora el libro, al revés de lo que suele suceder, ya que desde las imágenes está empezando a hacer la narración.

Alderete nos cuenta que otros artistas de otras disciplinas y de otros países se están sumando al proyecto, que se está convirtiendo en proyecto multidisciplinario en el que cada quien está trabajando desde su respectivo encierro y agrega: “Quizá la forma de inspiración ahora es esa: buscar en las otras disciplinas, apoyarte en otros colegas, en otros géneros, en otras cosas, empezar a decir 'Ok, estamos todos atravesando lo mismo, en algún punto como humanidad nos está atravesando a todos, ¿qué vamos a hacer con todo esto?'”

-¿Cuál ha sido el mayor logro del Dr. Alderete?

-No sé… Es imposible de que yo lo dimensione. Ahora que anunciamos el cierre de la galería, de repente nos llegaron mensajes como: 'La primera vez que fui a Vértigo, era muy chico y me llevó mi papá… y después estudié esto'. Ahí es donde el ciclo empieza a cerrar y decíamos: 'Ok, lo que hacíamos sí llegaba a la gente, sí tiene un destinatario más allá de lo que nosotros conocemos y de nuestro círculo'. Hay un montón de personajes anónimos a los que esas cosas los marcaron de alguna forma. Y con mi trabajo espero que pase de alguna manera lo mismo; lo intuyo cuando algún chico me dice que compró hace 10 años mi libro y que por eso se dedicó a esto, y me muestran las cosas que hacen, y digo: 'Ok, esto le está llegando a la gente que le tiene que llegar'. Quizá los logros van más por ahí, que por decir que trabajé alguien por ahí… Yo creo que va más por ese lado… pero por lo mismo no lo podría cuantificar.

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