Como una bella fuente de luz, el agua bendita recorrió dulcemente la frente de Paul Corral, purificando su alma, abriendo el camino que ahora recorre bajo la amorosa mirada de Dios.
Sus orgullosos padres, Rocío Romero y Carlos Corral, lo presentaron ante el altar de la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, recinto al que acudió un íntimo grupo de familiares y amigos muy cercanos como sus abuelos Cecilia Sotelo, Dionisio Romero, Marco A. Corral y Yolanda Castro, quienes llenaron de felicitaciones y buenos deseos al pequeño y sus papás.
En Benjamín y Cecilia Martínez, así como Ivonne y Aracely Corral, se depositó la confianza y gran responsabilidad de apadrinar a Paul, sellando la celebración religiosa con su compromiso de guiar siempre de la mano al pequeño hacia la prosperidad espiritual, un honor que agradecen y cumplirán con mucho cariño.