Turista Cultural
Pasé una parte considerable de mi vida cortándome el cabello en estéticas unisex, como seguro les sucedió a muchos caballeros leyendo esta columna. Importaba poco dónde fuera, ya que no solía ser un cliente quisquilloso, pues carecía de interés en mi estilo o presentación. Con no tener gallos, con traer el corte acomodado (tarea monumental con dos remolinos y pelo lacio) y no meterme en problemas en la escuela o el trabajo me bastaba. Todo esto cambiaría cuando empecé a frecuentar las barberías.
Para contextualizar: Luego de que un amigo barbero de mi hermano me dejara como rábano días antes de una entrevista en el canal 66, pensé que sería la última experiencia que tendría de este tipo. No fue sino hasta que fui a la Barbería Panorámica por la avenida Obregón, en nuestro Centro Histórico, que tuve una mejor noción del atractivo de este tipo de establecimientos.
Cualquiera que me conoce sabe del enorme interés que tengo por los oficios, gracias a las similitudes que tienen con escribir, con la perseverancia y dedicación requerida para obtener resultados satisfactorios. La práctica hace al maestro y los barberos de la Panorámica tienen suficiente, pero la ubicación del local complicaba las visitas frecuentes; además, la diferencia de edad dificultaba la comunicación. Ese problema terminó cuando mi hermano –tal vez como penitencia por el incidente del rábano– me recomendó una barbería que apenas iniciaba y que era administrada por alguien más cercano a mi edad y con una visión más moderna. Esta persona es Marcos González, dueño de Barber Shop Chio's y mi actual barbero.
La relación barbero-cliente que tengo con Marcos, Roy, Brandon López, Brandon Ruíz y Danny, así como la amistad que tengo con algunos de los otros clientes frecuentes, propician un ambiente de camaradería en el que celebramos nuestra masculinidad ya sea bromeando, compartiendo anécdotas o desahogando alguna dificultad personal. Es una clase de comunidad única en nuestros días. Somos criaturas sociales y el estar en un ambiente tan dinámico como el de Barber Shop Chio's permite aliviar nuestra necesidad de convivencia. Por algo estoy ahí sin falta cada catorcena, y así seguirá en el futuro inmediato.
Nada se compara a un buen barbero, caballeros. Si les interesa visitar Barber Shop Chio's en particular, pueden encontrar su local en avenida Quintana Roo 300, frente a Mariscos Popeye's en la colonia Nueva Esperanza, con horario de atención de 10am a 8pm de lunes a sábado. Las citas pueden agendarse al 326-4477. También cuentan con página de Facebook (Barber Chio).
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