Turista Cultural
¿Qué viene a su mente cuando piensan en ajedrez? Yo pienso en la partida de ajedrez de la película Revólver (2005). Más que un juego era una oportunidad para que el personaje de Jason Statham explicara cómo debes jugar con las piezas, pero también con tu oponente, una metáfora sobre la lucha del ser humano contra el ego.
El ajedrez también me remonta al principio de mi adolescencia. A los 13 años gané el torneo municipal de ajedrez y fui seleccionado para representar a Mexicali en el campeonato estatal que se celebró en Tijuana meses después. Si nunca menciono esto es porque me siento obligado a explicar en el mismo aliento que barrieron el piso conmigo; debido a las normas de la convocatoria me subieron de categoría y me pusieron a jugar contra muchachos más grandes y más experimentados. Fue una masacre. La Noche Triste de Pineda.
Estas memorias regresaron gracias a Fridha Melissa Becerra y los alumnos del Club de Ajedrez Caissa, un grupo con tres años de trayectoria dedicado no sólo a la práctica recreacional del ajedrez, sino al entrenamiento de competidores de todas las edades y niveles de experiencia, desde los principiantes que aprenden a mover las piezas, los intermedios que practican mates, hasta los avanzados que se involucran en los aspectos más profundos del juego como aperturas, gambitos y demás. El próximo gran evento de ajedrez en la ciudad, me dice Fridha, se celebrará este 17 de marzo en la biblioteca del Estado.
El interés actual en este clásico juego de mesa es a la vez anomalía e ironía. Es anomalía por razones obvias: Somos esclavos del entretenimiento digital, inmediato y barato, tanto así que hay ingenieros diseñando celulares que sólo responden llamadas y aplicaciones que limitan la funcionalidad de las computadoras, y te lo presentan todo como algo novedoso. Es ironía porque hubo algún momento, a principios del siglo XX según me enteré, en el que nombraban al ajedrez un pasatiempo nocivo y sin beneficio para los jóvenes. No entendían nada del espacio mental que habitas cuando estás pensando en tus siguientes movimientos, las posibles respuestas de tu oponente y tus respuestas a esas respuestas, todo extendiéndose como un fractal infinito. Es irreal y también indescriptible. Tienen que vivirlo.
Actualmente Caissa atiende alumnos desde los 6 años en su domicilio ubicado en avenida Pontevedra 1009 en el Infonavit Cucapá, aunque aceptan alumnos más pequeños en lecciones particulares. Para mayores informes pueden contactar al club a través de su página de Facebook y el teléfono 686 549-4987.
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