Épica historia de amor vivieron la mexicana Beatriz Oyarzabal Pinan y el italiano Guido Menestrina, la cual llega a su momento cumbre tras haberse casado en medio de la pandemia por Covid-19.
Creadores del primer mariachi en Florencia, Italia, celebran su boda en tiempos de coronavirus, pero hace 13 años todo comenzó.
Beatriz llegó a Florencia para estudiar ópera, algo que no lograba encontrar en México y aunque tan solo iba por unos meses, finalmente decidió quedarse con la convicción de siempre tratar de ayudar a su país a la distancia.
Lo que Oyarzabal Pinan no sabía es que en ese tiempo, hace 3 años para ser exactos, conocería a Guido Menestrina, músico y políglota, quien al igual que ella sentía el mismo amor por la música, algo que finalmente los uniría y daría pie a que comenzarán un proyecto sin precedente: ¡El primer mariachi en Florencia!
Su plan era casarse este 28 de mayo en la tierra que vio nacer su amor junto a familiares y amigos, sin embargo la pandemia tenía otros planes para ellos.
Debido a la contingencia sanitaria, los invitados de Beatriz en México tuvieron que cancelar vuelos e incluso estuvieron a punto de cancelar la boda, que resultó ser más complicada por el papeleo que se tenía que realizar debido a las distintas nacionalidades de la pareja.
Pero como buena historia de amor, en el último momento, hubo una luz de esperanza y gracias a que en las últimas semanas la pandemia comenzó a ceder, Beatriz y Guido fueron informados que la ceremonia siempre sí podría realizarse con las precauciones y medidas sanitarias correspondientes.
El 28 de mayo la pareja llegó al altar, ella con un vestido blanco y él con un traje de charro para darse el "sí, acepto" frente a los más de 70 invitados, que de varias partes del mundo, se dieron cita vía Zoom para presenciar una ceremonia sin igual.
Asimismo, la fiesta se realizó por la misma plataforma digital, que ahora ha pasado a formar parte de la vida de las personas, minimizando así los estragos de la distancia debido a la cuarentena.
Distancia que no fue impedimento para que una mexicana y un italiano unieran sus vidas y demostrar una vez más que cuando hay amor, "cosas mágicas" pueden pasar incluso en una pandemia mundial.