Turista Cultural

La industria del cómic está en una encrucijada. Las películas basadas en cómics redefinieron el cine hollywoodense con su amplio atractivo, escenas después de créditos y narrativas entrelazadas en universos cinemáticos; pero pese a todo lo anteriormente mencionado, la venta de cómic no demuestra ningún crecimiento exponencial, no al grado de la industria cinematográfica que reanimó. Mientras el manga -el cómic japonés- acapara el mercado juvenil con su amplia variedad de títulos y géneros, el cómic occidental sigue siendo un medio que debido a su larga tradición e historia aleja a los nuevos lectores en vez de atraerlos.

Y aun así perdura.

El cómic, considerado un hijo ilegítimo de la pintura y la literatura, contiene una magia irrepetible que no se limita sólo a entretener a los lectores más pequeños, como fue el caso de la icónica edad de oro (entre el final de los treinta y cincuenta). Utilizando un lenguaje visual compuesto de paneles, composición, colores, onomatopeyas y letras, un buen cómic nos da la ilusión de movimiento y sonido. Con tan sólo ver dos imágenes estáticas en secuencia podemos apreciar un golpe certero, un choque estrepitoso, el asesinato de una pareja frente a su hijo, una nave espacial escapando la destrucción de su planeta.

Ésta es magia que estimula directamente a la imaginación sin importar edad o género. No por nada Will Eisner, escritor y dibujante que ahora presta su nombre a los galardones más prestigiosos del medio, prefería llamarlo "arte secuencial". Tampoco olvidemos que sin este arte, específicamente las historietas del Tío McPato de Carl Barks, Osamu Tezuka no habría creado el estilo de ilustración que hoy conocemos como manga.

Por si fuera poco, el cómic sirvió como herramienta de conciencia social en la cultura pop cuando la televisión no era el medio arriesgado que es ahora. En un mundo más y más abierto a la inclusión y a la diversidad, pocos saben que el cómic facilitó el diálogo sobre adicciones en Green Arrow, sobre el alcoholismo en Iron Man, así como los efectos de la intolerancia y la discriminación en las páginas de X-Men.

Toda esta historia y mucho más estará disponible para ustedes el próximo domingo 18 de noviembre, fecha en que se celebrará el 11vo Bazar del Cómic en Mexicali. La cita es en el Hotel Calafia de 12 a 8 PM, con entrada 100% gratuita. Además, un servidor estará a las 4PM en el salón Esmeralda dando una charla sobre Daredevil, enfocada a aquellos que disfrutaron de la película o del exitoso show de Netflix y desean conocer el personaje más a fondo. Los esperamos.

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